La ministra de Sanidad, Ana Mato, defendió ante centenares de profesionales el papel de la botica como parte «esencial» del SNS para crear «otra mentalidad de la sociedad con el medicamento»

Tras su primera intervención como ministra ante el Congreso de los de los Diputados en la que anunció que impulsará un nuevo modelo de prestación farmacéutica, la entrega de premios de las Mejores Iniciativa en la Farmacia 2011, fue la ocasión del primer encuentro de la ministra de Sanidad, Ana Mato, con el conjunto de la profesión farmacéutica. No dió detalles concretos de su proyecto pero sí avanzó algunas líneas importantes de actuación que se centran en darle más importancia al medicamento y en decirle a las boticas que pueden jugar un papel importante en el necesario cambio de la cultura del medicamento en la sociedad.

Ana Mato resaltó el papel «esencial» de los farmacéuticos y de las oficinas de farmacia en la introducción de un cambio de mentalidad en la relación pacientes-medicamentos que, a partir de la atención farmacéutica y de la prestación personalizada a los pacientes, sea la base de las medidas «no sólo políticas» que necesita el SNS para garantizar su sostenibilidad y su eficiencia. Así lo hizo la semana pasada en Madrid ante centenares de representantes profesionales de la farmacia, los consejeros autonómicos de Sanidad de Valencia (Luis Rosado), Castilla-La Mancha (José Ignacio Echániz) y Extremadura (Francisco Javier Fernández Perianes), y directores generales de Farmacia en el encuentro anual que organiza CF para entregar sus premios de las Mejores Iniciativas de la Farmacia de cada año, en este caso los premios de 2011.

Mato señaló que la sostenibilidad del SNS «no sólo depende de medidas políticas sino, en gran parte, del buen hacer de nuestros profesionales de la salud», y añadió: «Aquí los farmacéuticos juegan un papel esencial. Con la ayuda de estos profesionales, se nos plantea el reto de ser capaces de provocar un cambio en la mentalidad social». «Precisamente el buen uso de los fármacos es un elemento esencial de la denominada atención farmacéutica», dijo, como la atención personalizada a cada paciente y la educación en salud. «Esta atención es el elemento que hace de la oficina de farmacia mucho más que un lugar donde se dispensan medicinas. Es lo que la convierte en un establecimiento sanitario de vital importancia para el sistema, y uno de los más cercanos al ciudadano».

LO QUE DISTINGUE A LA BOTICA
La ministra subrayó el papel de la farmacia en fortalecer la adherencia terapéutica y conseguir mejores resultados en este terreno y afirmó que «no es ésta la única acción innovadora que se reconoce hoy».

Iniciativas en materia de política farmacéutica, de atención en la farmacia y educación sanitaria, de deontología profesional, de investigación, de gestión, de formación y también iniciativas solidarias que han contribuido a mejorar y modernizar el mundo de la farmacia, afirmó, «reciben hoy un merecido distintivo y, permítanme decir que cuentan también con todo el apoyo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad».

En definitiva, señaló «este es el valor añadido de nuestro modelo de farmacia: un servicio farmacéutico amplio que sólo se entiende desde el compromiso profesional para asegurar una buena salud, un buen uso de los medicamentos y evitar enfermedades en la población». «En la coyuntura actual, la continuidad de este modelo, con el valor añadido de la atención farmacéutica, así como las iniciativas más novedosas reconocidas por estos Premios, se hace especialmente necesaria» dijo Mato. «Nuestro sistema sanitario afronta nuevos retos, y el primero de ellos es el de asegurar la sostenibilidad del sistema. El buen uso de todos los medicamentos, como parte de la prestación sanitaria, es esencial».

Coincidió en esto con las palabras que, al comienzo del acto, pronunció el director de CF, Francisco Fernández, al subrayar que «la noticia más positiva de todas esas iniciativas (las premiadas) es que comparten la idea del compromiso sanitario del farmacéutico», en todas sus diversidades profesionales y en la botica «sin olvidar su condición de empresa, que ha de estar bien gestionada y dar beneficios». «Pero todas ellas entendiendo que el cuidado de la salud, el compromiso con el paciente en colaboración con la red sanitaria pública y privada, es lo que da sentido último a la profesión farmacéutica, y más en un mundo en que el medicamento tiene un valor fundamental».

COLABORACIÓN CON LOS MÉDICOS
«Podemos citar numerosos ejemplos de situaciones clínicas cotidianas que exigen una atención farmacéutica de la más alta calidad, como la que se presta en las oficinas de farmacia a diario» afirmó Mato. «La AF refleja los conocimientos, el compromiso, la responsabilidad y también la destreza del farmacéutico a la hora de la prestación. Es él el que valora la situación individual de cada paciente». Pero es necesario el concurso de todos los profesionales sanitarios, de los prescriptores y también de los dispensadores, los farmacéuticos. «La AF que, como digo, es una pieza clave en esta tarea, no se presta de espaldas al resto de los servicios asistenciales, sino en colaboración con los médicos, el personal de enfermería y, sobre todo, con los pacientes.