Los expertos aconsejan que se fije un límite al gasto del usuario

Algunas situaciones que se vivirán cuando entre en vigor el copago aprobado por el Gobierno central para lograr la sostenibilidad del sistema sanitario español serán, cuanto menos, preocupantes. Es el caso, por ejemplo, de aquellos pacientes que necesiten productos dietoterápicos. El copago de esta dieta puede costarle al usuario una media de 500 euros. Aunque documentos internos del Ministerio de Sanidad pretenden concretar cuál sería la aportación real del usuario para productos dietoterápicos, es decir, aquellos que consumen enfermos con trastornos metabólicos complejos o que necesitan nutrición enteral. Y como las cifras que tendría que pagar el enfermo son tan elevadas, el propio documento se plantea que hay que poner un límite. Simplemente hay que recordar que, el año pasado, se recetaron más de tres millones de envases de productos dietoterápicos. El decreto que se aprueba se limita a fijar para estos productos la misma escala de copago que para los fármacos: un 10% para los pensionistas; un 50% para la población activa (excepto los usuarios con rentas inferiores a 22.000 euros, que pagarán el 40%); y un 60% para las rentas de más de 100.000 euros anuales.

Ante dicha situación, la propuesta pasa por eximir totalmente el pago a los pacientes con enfermedades raras, que necesitan el tratamiento durante toda su vida y para los que estos productos son, en muchos casos, la única fuente de alimentación. Mientras, el copago sí se aplicará a los enfermos que precisen nutrición enteral domiciliaria (NED), es decir, aquellos enfermos con determinadas patologías y situaciones clínicas que no pueden cubrir sus necesidades nutricionales con alimentos comunes. Entre los pacientes que pueden necesitar nutrición enteral se encuentran algunos enfermos de cáncer, pacientes sometidos a cirugías digestivas, con afecciones neurológicas o enfermos de Alzheimer. Fuentes del Ministerio de Sanidad han comentado que el documento es “un primer borrador con el que empezar a negociar. No es una propuesta en firme y se está abierto a todo tipo de propuestas”. De todas formas, el texto ha dejado claro que llevar a la práctica el copago de estos productos, tal y como se ha planteado en el decreto, sería casi imposible porque implica aportaciones de cientos de euros mensuales para muchos usuarios. Tendrán que ser tanto el Ministerio de Sanidad como las Comunidades Autónomas las que establezcan cómo fijar estas cifras.