La oficina de farmacia española ha perdido rentabilidad a causa de los reales decretos de ley aprobados durante los últimos años. “Entre un 8 y un 13 por ciento desde 2010 a 2011”, informa Alejandro Briales, director de la consultora Asefarma. “Aunque esta cuestión ha repercutido en la rentabilidad, la farmacia española continúa siendo sostenible. Sin embargo, no puede seguir dependiendo del medicamento financiado”, dado los continuos recortes de precios, y la situación de impagos en algunas regiones.

Alejandro Briales.

Por esto, y para recuperar la rentabilidad perdida, Briales considera que el farmacéutico tiene que abordar la botica con un estilo de “gestión dinámica” que permita convertir el establecimiento en “un espacio dinámico de salud”, con un consecuente “aumento de ingresos. “Se tiene que innovar y salir de la figura del farmacéutico tradicional”. Bajo este concepto, se generaría un centro que se sustentaría en nuevas áreas de negocio (particularmente nutrición y dietética, ortopedia y óptica), en una mejora de la gestión de las compras a través de programas informáticos y una mayor robotización del stock, en una mejor gestión de recursos humanos y en un mayor seguimiento y fidelización de los clientes/pacientes, indica.

Una renovación de arriba abajo que responde, en realidad, “a una visión más empresarial de la farmacia, que no tiene por qué chocar con la profesional”. Apunta que, precisamente, este punto de vista sobre la botica permitiría crear estrategias para “atenuar el impacto de medidas como la subida del IVA o del recargo de equivalencia», como por ejemplo: «Mediante la creación de una Sociedad Limitada para la venta de parafarmacia en el mismo establecimiento».

Asimismo, asegura que el costo económico que requeriría una renovación semejante para una oficina de farmacia se amortizaría “en un par de años, gracias a un mayor renidimiento y el ahorro de costes”.

Liberalización

Respecto a si todos los cambios que está sufriendo la botica pueden llevar a su liberalización, Briales asegura que en Asefarma son “firmes defensores del actual modelo de farmacia. Si no existiera, habría zonas geográficas que quedarían completamente desabastecidas y es la única forma de asegurar un acceso equitativo de toda la población al medicamento”.