El goteo de críticas a la propuesta del Ministerio de Economía y Competitividad por su propuesta de liberalizar la propiedad y titularidad  de la farmacias incluida en el anteproyecto de Ley de Servicios Profesionales no cesa. El presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos (Cacof), Antonio Mingorance, ha deseado este miércoles que «impere la sensatez» en el seno del Gobierno central.

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El también expresidente de Fedifar (la patronal de la distribución de medicamentos española) ha mostrado sus dudas de que el departamento que dirige Luis de Guindos «quiera liquidar un modelo mediterráneo de farmacia, basado en el principio de cercanía a los ciudadanos y que es solidario en todos los núcleos poblacionales, sean urbanos como rurales». Ha advertido de que el modelo de farmacia “es de las pocas cosas que se han demostrado que funcionan en este país”, al tiempo que ha dudado de la «rentabilidad» que en términos económicos podría tener esta medida de «desrregulación» del modelo público-privado de farmacia español.

De hecho, ha recordado que el 80 por ciento de los medicamentos que existen en el mercado español están financiados por el Sistema Nacional de Salud (SNS), que el precio del medicamento es una atribución exclusiva del Gobierno de la Nación y que la partida farmacéutica está controlada por las autoridades estatales “euro a euro”.

«En España, en la actualidad el modelo de farmacia genera 79.000 empleos directos, de los que 45.000 son de farmacéuticos propiamente», ha subrayado el responsable del CACOF, quien, además, ha ahondado en la «brecha» que se crearía entre zonas urbanas y rurales y en la destrucción de «muchas farmacias de las 21.427 que existen actualmente repartidas por toda España y que cubren al 99,9 por ciento de la población española».

En esta línea, ha alertado de los «peligros» que supondría un modelo liberalizado de farmacia en cuanto a la entrada de grandes capitales y deslocalización de estos establecimientos se refiere si no marchan bien en términos económicos. «Un ejemplo de ello lo estamos viendo ahora con el farmacéutico titular independiente; el cual permanece en su farmacia y no se deslocaliza y monta otra porque las cosas no le marchen bien ahora que hay crisis”.

Espíritu garantista

Francisco Javier Guerrero, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar), también se ha sumado a las críticas de la propuesta del departamento de Luis de Guindos y ha coincidido también en que la regulación del sector farmacéutico español en el modelo actual «nació con el espíritu de garantizar servicios esenciales como el de la sanidad, haciéndolos los más accesibles y públicos posibles».

«La norma regulatoria nació precisamente con la idea de evitar grandes concentraciones de farmacias solo en los núcleos urbanos y que los rurales se quedasen desatendidos», ha apoyado Guerrero, quien, al hilo de ello, ha aprovechado para recordar que durante los últimos años las farmacias rurales «vivimos en precario, ya que se cobra en función de lo que dispensamos, que, evidentemente, siempre será menor que lo que se dispensa en una farmacia de ciudad».

«Debería de tenerse en cuenta el servicio asistencial que prestamos en los pueblos, ya que el único exponente que le da razón de ser al modelo mediterráneo de farmacia es la farmacia rural», ha agregado Guerrero, quien ha vuelto a reclamar, al hilo de ello, medidas compensatorias para la viabilidad de la botica de pueblo. Precisamente, la Sefar fue la entidad que defendió mecanismos como el ‘céntimo solidario’ que se destinarían a estas boticas”.

Cautelas

Por otro lado, desde una de las patronales del sector, Adefarma, mantienen cautela, como indican en un comunicado. “Entendemos que hay suficiente recorrido como para intentar salir lo menos afectados posible y eso solo se podrá conseguir si los farmacéuticos nos juntamos con quienes siempre han estado de nuestro lado”, indican.

Con todo, aseguran: “No vamos a entrar a valorar en profundidad las consecuencias que puede suponer la aplicación de un texto que, tal vez, y así lo esperamos, nunca llegue a ver la luz pero ello no va a significar que no empecemos desde ya mismo a esforzarnos en el compromiso por defender este modelo de farmacia, que tan bien funciona y que todo el mundo, menos ciertos grupos económicos de presión, asume por las bondades que evidencia para la sociedad”.