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Apixaban, que acaba de ser incluido en la prestación farmacéutica del SNS, ha demostrado ser más eficaz que la warfarina en la prevención del ictus y las embolias sistémicas. 

Un auténtico problema sociosanitario: así ha definido el doctor José Ramón González-Juanatey, jefe del Servicio de Cardiología y UCC del CHUS (Santiago de Compostela), a la fibrilación auricular (FA), la arritmia cardiaca más prevalente. “Los datos epidemiológicos indican que un 5% de la población mayor de 75 años sufre dicho trastorno en cualquiera de sus formas. La consecuencia de mayor trascendencia para los pacientes y, por tanto, para el sistema sanitario y conjunto de la sociedad, es el incremento del riesgo de ictus derivado de una embolia provocada por un coágulo que desde el corazón alcanza la circulación cerebral”.
De hecho, se estima que un 25% del total de los ictus se relacionan con embolias provocadas por la arritmia y, de ellos, el 60% está asociado a la FA. “Todas las guías de práctica clínica indican que una vez establecido el diagnóstico de la arritmia, la prioridad debe ser seleccionar a los pacientes para tratamiento anticoagulante, que ha demostrado una elevada eficacia en la prevención de esta complicación. En este sentido, los nuevos anticoagulantes aportan un auténtico valor al Sistema Nacional de Salud, Se estima que en torno al 30-40% de los pacientes con fibrilación auricular que necesitan anticoagulación podrían beneficiarse de estas terapias”.
Uno de estos nuevos anticoagulantes, Eliquis (apixaban), desarrollado por Bristol-Myers Squibb y Pfizer, acaba de ser incluido en la prestación farmacéutica del SNS. Se trata de un inhibidor directo del factor Xa de la cascada de coagulación, y ha demostrado ser más eficaz que la warfarina en la prevención del ictus y las embolias sistémicas, reduciendo a su vez el riesgo de hemorragia intracraneal y de sangrado mayor. Su perfil de seguridad, similar al de la aspirina, y su baja eliminación por la vía renal, lo convierten en el tratamiento más adecuado para pacientes con la función renal alterada.
Los beneficios de apixaban frente a warfarina para prevenir el ictus y las embolias en pacientes con FA no valvular han sido demostrados en el ensayo ARISTOTLE, en el que participaron 18.000 pacientes. Apixaban demostró una reducción del riesgo relativo del 21% para el ictus y la embolia sistémica; del 31% para el sangrado mayor y del 11% para la mortalidad por cualquier causa.
“En un sistema sanitario como el nuestro, caracterizado por la excelencia, el siguiente paso sería seleccionar a aquellos pacientes que más se van a beneficiar de estos nuevos fármacos anticoagulantes y que sería los que ya han tenido un ictus y están medicados con Sintron; los que están mal anticoagulados y aquellos presentan un riesgo elevado de padecer un ictus o hemorragia, como, por ejemplo, los ancianos. En estos pacientes, la administración de fármacos como Eliquis supondría una medida muy coste-eficaz”, señaló González-Juanatey.
Por su parte, el doctor José Vivancos, jefe del Servicio de Neurología del Hospital de la Princesa, de Madrid, recordó que “el ictus es la segunda causa de mortalidad en España y la primera en el caso de las mujeres. Su incidencia ha ido en aumento, debido, por un lado, al envejecimiento de la población y, por otro, a la mayor concienciación que existe respecto a esta enfermedad y que ha llevado a que cada vez se diagnostique más. Uno de cada 4 ictus que se producen en España son de origen cardioembólico y, de ellos, el 60% está asociado a fibrilación auricular. Esto supone un coste enorme Afortunadamente, la mortalidad ha ido descendiendo. Se estima que desde 2006, la mortalidad por ictus se ha reducido más del 12%, debido, entre otros factores, a la efectividad de las innovaciones terapéuticas”.
En cuanto a la posible sustitución del Sintron por estas nuevas terapias, el experto comentó que, “pese a que no se han hecho estudios comparativos entre ambos fármacos, las características de cada uno de ellos hace pensar que van a poder convivir en el arsenal terapéutico, ya que cada uno tiene sus peculiaridades farmacológicas. El Sintron no tiene por qué desaparecer, ya que la FA no es la única indicación por la que se anticoagula”.
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