Artrosis saliva
La revista científica Rheumatology acaba de publicar en su ediciónonline los resultados del estudio Arthrotest, un estudio clínico multicéntrico de 4 años de duración, en el que han participado 282 pacientes con artrosis primaria de rodilla, 31 centros sanitarios españoles y profesionales de diferentes especialidades. El estudio ha identificado ocho variaciones genéticas hereditarias y una variable clínica significativamente asociadas a la progresión rápida de la artrosis de rodilla severa. La combinación de ambas ha permitido desarrollar el Arthrotest (de Bioibérica Farma), una herramienta diagnóstica para conocer la predisposición genética del paciente a sufrir una artrosis de rodilla severa de evolución rápida. Un análisis que permite al médico identificar a aquellos pacientes con peor pronóstico y que, por lo tanto, tienen un riesgo elevado de acabar necesitando una prótesis en un corto período de tiempo.

En el estudio se incluyeron 282 pacientes caucásicos, diagnosticados de artrosis primaria de rodilla, de más de 40 años en el momento del diagnóstico y con dos radiografías disponibles para su evaluación (una del momento del diagnóstico y otra correspondiente al final del período de seguimiento). Además, también se estudió el historial clínico de todos ellos y se analizaron variables como el género, la edad en el momento del diagnóstico o la localización de la artrosis, entre otras. A partir del análisis radiográfico, los pacientes se clasificaron en dos grupos de pronóstico: pacientes de mal pronóstico (aquellos que habían acabado con implantación de prótesis en un período de 8 años) y pacientes de progresión lenta o buen pronóstico. Se analizaron 774 SNPs (Single Nucleotide Polymorphisms) y se registraron los datos de variables clínicas como potenciales predictores. Posteriormente, se desarrolló un modelo matemático predictivo que fue validado clínicamente en una segunda población de pacientes con artrosis primaria de rodilla.
El test resultante, en el mercado desde junio de 2013, tiene una precisión del 82 por ciento, un nivel que, según los estándares estadísticos internacionales, está considerado excelente. El análisis sólo se realiza una vez en la vida y consiste en tomar una muestra de saliva de la boca de un paciente ya diagnosticado con artrosis de rodilla. En el laboratorio se extrae y analiza el ADN y el médico recibe un informe de resultados que identifica el nivel de riesgo del paciente.