Una nueva técnica para prevenir arritmias y embolias permite suprimir los anticoagulantes en un 95 por ciento de los casos de los casos, según lo han demostrado los resultados de un estudio desarrollado por especialistas de la Unidad de Arritmias de la Clínica Universidad de Navarra en una muestra de 35 pacientes con fibrilación auricular resistente al tratamiento con fármacos. Esta terapia consiste en la combinación en un único procedimiento de la ablación (lesión) para el tratamiento de la fibrilación auricular (arritmia cardíaca crónica más frecuente) con el cierre de la orejuela (apéndice de la aurícula izquierda).
El trabajo ha sido publicado recientemente en la revista científica Europace de la Sociedad Europea de Cardiología. Según señalan sus resultados, este procedimiento combinado estaría indicado en pacientes con enfermedades que predispongan a hemorragias, con dificultades para el uso de anticoagulante, para pacientes con expreso deseo de no consumir anticoagulantes o aquellas personas que, a pesar de estar con tratamiento correcto con anticoagulantes, hayan sufrido ictus o embolias.
En general, para los pacientes con fibrilación auricular (FA) y riesgo tromboembólico elevado está indicada la terapia con anticoagulantes orales. No obstante, los fármacos convencionales presentan riesgo de complicaciones hemorrágicas severas. En personas con FA a las que se les ha implantado un dispositivo percutáneo para el cierre de la orejuela izquierda se ha visto que «el taponamiento de este apéndice ha demostrado igual eficacia que el tratamiento anticoagulante en la prevención de accidentes cerebrovasculares, evitando la necesidad a largo plazo de anticoagulación, algo especialmente importante en pacientes que presenten episodios de sangrado», apunta Ignacio García Bolao, director del Departamento de Cardiología de la Clínica e investigador del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IDISNA).
UN ÚNICO PROCEDIMIENTO HÍBRIDO
A la vista de los resultados obtenidos en cada una de las dos terapias, los especialistas de la clínica vieron la oportunidad de realizar un tratamiento híbrido que combinara ambos procedimientos en una única intervención. Así, el equipo de la Unidad de Arritmias liderado por el García Bolao ha realizadp ambos procedimientos en un solo acto, por vía percutánea, mediante cateterismo, con abordaje por la vena femoral. Así, en el estudio se ha demostrado que, 3 meses después del tratamiento híbrido, el cierre de la orejuela fue exitoso en un 100 por ciento de los casos.