¿Por qué incluimos aceite de palma en nuestras leches infantiles si tiene tan mala prensa?

Para la elaboración de las leches destinadas a la alimentación de lactantes sanos y niños de corta edad, con la finalidad de conseguir un acidograma (perfil de ácidos grasos) similar a la leche de mujer, se combinan diferentes materias primas de origen lipídico, la mayor parte de las cuales son aceites vegetales.

Uno de los que se suelen utilizar es el aceite de palma, ya que aporta ácidos grasos saturados de cadena corta, presentes en la leche materna, y que se encuentran en una cantidad mucho más baja en otros aceites de uso común en este tipo de productos.

En nuestras leches infantiles, la combinación del aceite de palma con otras fuentes lipídicas como son el aceite de girasol alto en oleico, aceite de oliva, aceite de nabina, junto con el aceite de pescado… consigue que la proporción y concentración de los diferentes ácidos grasos en la mezcla final tenga un gran parecido con el acidograma de la leche materna, el patrón de oro a seguir en la composición de cualquier leche infantil.

La normativa europea referente a la composición y características de las leches infantiles (Reglamento Europeo 2016/127), permite la utilización del aceite de palma para la elaboración de alimentos destinados para lactantes ya que se considera seguro para este grupo de población cuando se utiliza en las cantidades adecuadas, y únicamente prohíbe la utilización de aceite de sésamo y aceite de algodón, por su elevada alergenicidad. Adjuntamos el link a esta normativa, por si consideráis de interés consultarla: https://www.boe.es/doue/2016/025/L00001-00029.pdf

¿Qué podemos decir frente a los comentarios de que la utilización del aceite de palma favorece la deforestación de las selvas del sudeste asiático?

El aceite de palma utilizado en nuestras fórmulas infantiles procede de cultivos sostenibles, y nuestros proveedores de esta materia prima cuentan con el certificado internacional RSPO (Fundada en 2004, «The Roundtable on Sustainable Palm Oil» es una asociación sin ánimo de lucro con el objetivo de promover el crecimiento y el uso sostenible del aceite de palma y sus derivados a lo largo de toda la cadena de producción.

¿Qué podemos argumentar frente a las preguntas de si el ácido palmítico de nuestros productos está en posición alfa o en posición beta?

Como ya hemos ido comentando a lo largo de los últimos años, la calidad de la grasa de las fórmulas infantiles se mide por diferentes parámetros.

Uno de ellos es el parecido con el acidograma de la leche materna, pero otro tanto o más importante es la estructura de los ácidos grasos que forman parte del producto en forma de triglicéridos.

Cuanto más se parezca la estructura de los triglicéridos de una leche infantil a la leche materna, mejor será su digestibilidad, menor su astringencia, y además aumentará el valor nutricional del preparado ya que elementos como el calcio, el fósforo, el magnesio y la propia grasa se absorberán mucho mejor.

Una de las características de la leche materna es presentar un elevado porcentaje de beta-palmitato.

La leche materna contiene un 25% de ácido palmítico, y de esta cantidad, un 70% está en posición beta (beta-palmitato) y un 30% en posición alfa.

En lo que respecta a las leches infantiles, todas combinan ácido palmítico en alfa y en beta, y en general la cantidad de ácido palmítico en beta se encuentra alrededor del 15%.

En el caso concreto de nuestras fórmulas, damos una gran relevancia a este aspecto y por esa razón existen algunas gamas con un contenido superior a la media de beta palmitato, como es el caso de Blemil plus forte (30%), Blemil plus AE (45%), Blemil plus AC (29%) o Blemil plus arroz hidrolizado (27%).

¿Cuál es la situación actual respecto a este tema a nivel digital?

En lo que respecta a las redes sociales, los expertos en nutrición y pediatría se han dado cuenta que la información que se facilita es en ocasiones alarmante y en lugar de ofrecer información lo que consigue es crear todavía más confusión, por lo que algunos de ellos han empezado a realizar publicaciones en las que ya no se presenta el aceite de palma como un elemento «peligroso» para la salud sino como una opción nutricional siempre y cuando se realice un uso adecuado y moderado del mismo.

Como ejemplo, os adjuntamos el link a un artículo del blog de Jesús Garrido, pediatra afincado en Granada con una gran repercusión en las redes sociales y una gran actividad a nivel digital:  http://www.mipediatraonline.com/aceite-de-palma-leches-infantiles/