
Investigadores de la Universidad de Granada destacan el aumento del número de pacientes que, aunque cuidan sus hábitos de vida, dañan sus articulaciones al hacer deporte debido a falta de información sobre la técnica.
Investigadores del departamento de Fisiología y del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos «José Mataix» de la Universidad de Granada (UGR) han realizado un estudio en el que advierten del aumento en la incidencia de patologías degenerativas osteomusculares (POMs) con afectación articular, tendinosa y neurológica, debido a una excesiva práctica deportiva o a una mala técnica.
«Las POMs pueden venir determinadas por realizar una actividad física inadecuada, tanto por defecto como por exceso. En este sentido, es desalentador que pacientes que cuidan sus hábitos de vida (normopeso, sueño reparador, dieta equilibrada) puedan dañar sus articulaciones (especialmente las rodillas) debido a una posible falta de información sobre la técnica y el cuidado de su sistema músculo-esquelético durante la práctica deportiva».
Afectan más a las mujeres
Las POMs afectan más a mujeres que a hombres, y las POMs más frecuentes en las mujeres son la cervicalgia y lumbalgia.
Las mujeres estudiadas manifiestan más dolor que los hombres, y las actividades en las que más se presenta este dolor son las actividades sociales, leer o ver televisión en el grupo cervicalgia (cuello); estar de pie y dormir en el de lumbalgia (espaldaI, y agacharse y dormir en el de gonalgia (rodilla).
Un 10 – 40 % de la población presenta alguna POMs, siendo las más prevalentes la lumbalgia y la artrosis. Además, son la primera causa de bajas laborales permanentes, representando un gran coste económico y social.
Según la Encuesta Nacional de Salud (2011-2012) al menos uno de cada seis adultos mayores de 15 años padecen alguno de los trastornos crónicos más frecuentes: dolor de espalda lumbar (18,6 por ciento), artrosis (18,3 por ciento) y dolor cervical crónico (15,9 por ciento).
La prevención de estas patologías es fundamental, para ello hay que determinar factores de riesgo modificables, sobre todo los relacionados con los hábitos de vida como son la nutrición, el ejercicio físico y los hábitos no saludables, como el consumo de alcohol y tabaco.
La mayoría de los encuestados, presentan normopeso (casi el 70%), no fumaban ni consumían alcohol de forma habitual, por lo que estos factores no parecen ser responsables de las POMs en los pacientes del presente estudio.
Además, el déficit de micronutrientes en la dieta de los pacientes, tales como Vitamina D, Magnesio, Zinc, Vitamina E, Vitamina A y folato, podrían promover e incluso agravar la POM que presentan por promover el estrés oxidativo, la inflamación y el dolor del músculo esquelético.