Bastones
A los bastones se las conoce también como “muletillas”.
Constan de tres partes: empuñadura, eje o cuerpo y contera o regatón. Existe una gran variedad según su material, forma y color.

a) Empuñaduras: Debemos elegir un puño que aporte comodidad y se adecue a nuestras necesidades. Pueden ser planos, redondeados, de loro, ergonómicos (mano derecha o izquierda). De multitud de colores y fabricados en materiales preciosos, en termoplástico, metacrilato, madera, goma, plata, etc. Deben permitir un agarre fácil, cómodo y correcto.
Los puños curvos (a) no se recomiendan ya que disminuyen la fuerza ejercida en el punto de apoyo, mientras que las empuñaduras horizontales, en T, ya que concentran toda la fuerza de apoyo sobre la caña (b, c, d).
En algunos casos, existen unas depresiones para facilitar la presa de los dedos (c).
En ciertas patologías, es aconsejable colocar un tope anterior (d).

b) Cuerpo o caña: puede ser de una pieza, regulable en altura o plegable. Puede fabricarse en madera (haya, pino, nogal), bambú, aluminio, fibra de carbono. La caña puede ser lisa, con grabados, decoración en espiral, imitación de bambú, etc.
c) contera: Ha de fabricarse en un material con alto coeficiente de rozamiento, para incrementar la fijación al suelo, por ello suelen ser de caucho EPDM, o TPU. Pueden ser anchas y cóncavas, para permitir una buena fijación al suelo. Las conteras pequeñas, duras y convexas resbalan con facilidad.

Historia
Los babilonios nunca salían de casa sin llevar un bastón bien trabajado, al remate del cual había típicamente una figura de granada, rosa u otro objeto simbólico con el que se distinguía la calidad de la persona que le llevaba.

En Egipto se celebraba en el equinoccio del otoño una fiesta que llamaban de los bastones o palos. Venía a ser una especie de combate con pértigas y palos.

Los monarcas franceses llevaban el cetro en una mano y el bastón en la otra.
Roma. El bastón o vara de mando tiene su origen en la vara que recibían los cónsules y que representaban el mando supremo sobre cada una de las varas de mando del haz de las tribus que componían el pueblo romano. Con el tiempo éstas fueron extendidas a los legados romanos con potestad civil y militar en las provincias del Imperio. También, cuando un general romano volvía triunfante de alguna campaña, traía el bastón adornado con hojas de laurel.

En la antigua Grecia los lacedemonios daban el nombre de skytale al bastón que llevaban sus generales.
La skytale servía también para descifrar las órdenes. Era una especie de cifra o llave que entregaban los éforos ó magistrados de la república al general que enviaban a alguna expedición, quedándose con otra igual, por medio de las que se daban mutuamente avisos, que solo ellos podían entender.
El bastón de los embajadores se llamaba caduceo. Era un símbolo del comercio, también utilizado en las instituciones dedicadas a las ciencias económicas. Originalmente hacía referencia a una vara de olivo adornada con guirnaldas, pero en su forma clásica es una vara rodeada de dos serpientes enroscadas y ascendentes, usualmente coronada con un par de alas.


Los cantores que recorrían Grecia cantando los poemas de Homero fueron llamados rapsodi porque llevaban un bastón colorado cantando la Ilíada y uno de amarillo cuando cantaban la Odisea.
Los filósofos griegos y romanos, particularmente los cínicos, llevaban un bastón nudoso y unas alforjas, siendo estas dos cosas los distintivos de su secta.
Estos símbolos de autoridad fueron otorgados a los altos mandos en la mayoría de los ejércitos europeos desde al menos el Renacimiento. Solía presentarlos un monarca, y a menudo eran elaboradas piezas de orfebrería, aunque algunos eran de madera, a veces más largos y delgados que los posteriores. Los reyes franceses y más tarde Napoleón, concedían a los Mariscales bastones adornados de terciopelo azul con flores de lis metálicas antes de la Revolución Francesa, luego águilas napoleónicas y posteriormente estrellas de la República.

Uno de los modelos más famosos de bastones de mando es del Tercer Reich. Mariscales y grandes almirantes llevaron bastones ceremoniales, especialmente fabricados por joyeros alemanes. Siete estilos fueron otorgados a 25 individuos. Hermann Göring recibió dos bastones diferentes uno como Mariscal de campo y otro como Mariscal del Reich.

Tipos
Plegables y extensibles. Ligeros y regulables en altura, pudiéndose doblar o plegar. Disponen de una amplia gama de colores y estampados. Con puños, rectos, derby o blando.
Bastones de madera siguen siendo la elección más habitual. Fabricados en: haya, bambú, de bubinga… que garantizan además de diseños actuales, ligereza a la vez que resistencia, que los convierten en una solución perfecta para hombres y mujeres de todas las edades. Para regularlos es necesario sacar la contera y cortar con una sierra.
Bastones de aluminio ligeros y resistentes. Pueden ser regulables en altura y plegables. Además, resisten mucho mejor el agua. Para regularlos es necesario sacar la contera y cortar con una sierra.
También podemos encontrar otro tipo, los bastones de fibra de carbono, un revolucionario material que aporta una ligereza extrema garantizando una resistencia más elevada.
La gran diferencia de gustos y necesidades hace que aparezcan también bastones con tres y cuatro patas, lo que permite que se mantengan en pie por sí solos, bastones con asiento que permiten descansar en cualquier lugar e, incluso, con sistema de iluminación y con sonido independiente que hace que la carencia de luz no sea un problema y facilita los desplazamientos durante la noche.
La elección del bastón es sencilla pero se deben tener en cuenta todas las necesidades del usuario: altura, peso de la persona y del bastón, el uso que se le vaya a dar, forma del puño… para conseguir que su uso sea cómodo y beneficioso.
Muletas
Tienen la misma función que los bastones y se basan en el mismo principio, aunque se prefieren a éstos cuando los déficits funcionales son más importantes, ya que proporcionan mayor soporte y estabilidad.
Dan apoyo técnico al cuerpo, aumentando la estabilidad y brindando un gran soporte mejorando el equilibrio por incremento de la base de sustentación y/o descargan el peso sobre una o ambas piernas. Además reducen el esfuerzo a la hora de caminar y el tiempo de recuperación. Se emplean cuando existen problemas de movilidad debidos a edad, amputación, enfermedad o en procesos de rehabilitación tras lesiones de la extremidad inferior como fractura, esguince, lesiones de rodilla,….
Son muy ligeras y se pueden regular dependiendo de la fisionomía del usuario.
Se emplean en caso de esguinces o torcerduras, o después de rehabilitación tras intervención quirúrgica o lesión de mayor gravedad, evitando que todo el peso del cuerpo recaiga sobre la extremidad sana, limitando así el riesgo a sufrir una lesión en esta.

Tipos de muletas
Existen varios modelos:
1. Muletas de antebrazo (Bastón Canadiense, inglés o Lofstrand). Son las más empleadas en Europa y nos permiten flexionar el codo de 15° a 30 °.
Las muletas de antebrazo emplean:
a.- una abrazadera de antebrazo (5 cm por debajo de codo),
b.- un segmento de antebrazo (30º sobre la vertical, donde el codo debe estar en 30º en flexión).
c.- Una empuñadura (handgrip) de diseño standart, anatómico o ergonómico, para asir con la mano y situada 5 cm por debajo del trocánter.
d.- Una caña metálica regulable en altura o no.
e.- Y por último la contera.

Las hay plegables, extensibles, con amortiguador, con empuñadura plegable.



2.- Muletas axilares hacen que el peso del usuario recaiga sobre los hombros, a la altura de las axilas.
Aunque se llamen axilares, no deben ir bajo las axilas ya que se deja caer el peso del cuerpo y pueden comprimir el paquete vásculo-nervioso localizado en ese lugar.
Son las más tradicionales en EEUU y son muy cómodas para recorrer largas distancias gracias a la estabilidad que ofrecen.
En posición estacionaria, la parte superior de la muleta debe situarse de dos a tres dedos por debajo de la axila hasta un punto en el suelo de 15 a 20 cms alejado del pie. La mano debe descansar a un nivel que le permita flexionar el codo unos 30°.

3.- Bastones modificados. Son las muletas trípodes y cuadrípodes que dan una estabilidad absoluta a la hora de iniciar y seguir la marcha (a las muletas convencionales, se le puede adaptar un apoyo de estas características).
No suelen estar indicados como ayuda definitiva, constituyen un paso intermedio entre la marcha en paralelas y la deambulación con bastones ingleses o simples.


4.- También existen muletas para utilizar en terrenos más irregulares, como sucede con las muletas anfibias fabricadas en termoplástico resistente a golpes y al agua. Otra de sus características es que no tienen piezas metálicas, por lo que se pueden usar en escáneres, resonancias y revisiones con rayos X.
5.- Muletas de plataforma con apoyo de antebrazo. Su uso no es habitual. Se emplea cuando la mano del paciente no puede soportar el peso de todo su cuerpo. Por ejemplo, en casos de poliartritis reumatoide.

6.- Muletas struter. Muleta de tipo axila con soportes más grandes que permanecen planos en el suelo permitiendo una mejor distribución del peso al caminar.

Recomendaciones para elegir bastones o muletas
La elección del bastón es esencial, por ello, antes de seleccionar el diseño elegiremos la medida. La altura correcta a la que debe quedar la empuñadura será a 5 cm por debajo del hueso de la cadera (trocánter) o bien la altura de la muñeca en reposo y se utiliza como apoyo en la pierna contralateral a la dañada, formando un triángulo imaginario, realizando pasos cortos.
Los bastones y muletas demasiado altas o demasiado bajas pueden afectar al equilibrio y pueden causar dolor de espalda.
Un mal ajuste o mala postura pueden provocar “parálisis de la muleta” en la que los nervios de la axila están temporal o permanentemente dañados, haciendo que los músculos manos, muñeca y antebrazo se encuentren debilitados.
Los bastones facilitan la movilidad y el equilibrio, aumentando la estabilidad del usuario al incrementar la base de apoyo y disminuir la carga sobre las piernas.
Antes de comprar un bastón, hay que tener en cuenta con que material se ha fabricado, si se llevará de forma permanente, dónde y con que frecuencia se utilizará.
Si se usa de forma esporádica, deberíamos decantarnos por uno económico, que no suelen ser plegables ni ajustables, asegurándonos de comprar uno del tamaño adecuado.
Si el uso es diario, deberíamos elegir un bastón ligero, cómodo y ergonómico.
Longitud
El bastón debe tener una correcta longitud de caña, un bastón demasiado corto o demasiado largo influirá desfavorablemente en la marcha. Por ello, antes de adquirirlo, debemos medirlo con los zapatos de uso habitual y de pie, ajustándolo de manera que la empuñadura esté a la altura de la muñeca del brazo en reposo ó a 5 centímetros por debajo del trocánter. El bastón debe superar esta altura discretamente, cuando la marcha de la persona sea pendular u oscilante.
Si necesita dos bastones, deben ser ligeramente más largos, ya que se situarán delante del cuerpo para caminar.
La contera debe apoyar en el suelo de forma plana. Comprobar periódicamente el estado de conservación de la contera y reemplazarla tan pronto observen signos de desgaste.

