Existen ocasiones en las que se nos pasa por alto la importancia que tiene sobre la salud del paciente el hecho de adoptar una correcta posición corporal. Revisando la bibliografía vemos los beneficios que el tratamiento postural tiene sobre la clínica de algunas patologías y puede observarse como mejora la función respiratoria, el estado hemodinámico, prevención de nuevas lesiones y, lo más importante, favorece la comodidad del paciente.
Estas posiciones son desconocidas para muchos usuarios y profesionales de la ortopedia, la posición Trendelenburg,es una función cada día más demandada y es una posición común en camas articuladas elevadoras, pero deben ser supervisadas por la persona encargada de los cuidados del paciente.

Friedrich Trendelenburg nació el 24 de mayo de 1844 en Berlín, en el momento que podía considerarse como centro mundial de ciencia médica y de su enseñanza. Fue el primero en utilizar anestesia por vía endotraqueal e ideó la que se conoce como“cánula de Trendelenburg”, usada para cerrar la tráquea e impedir la entrada de sangre después de la traqueotomía. Describió así mismo lo que se conoce como “síntoma de Trendelenburg”, modo de andar semejante al de un pato en la parálisis de los músculos glúteos.
Pero la posición de Trendelenburg, a pesar de no ser su descubridor, ya se venía utilizando de forma empírica desde los primeros momentos de la medicina científica.
Es la posición supina sobre una mesa inclinada a 45º (hoy en día se limita a 10 – 15º), con la cabeza hacia abajo y las piernas colgando por el extremo superior de la mesa. Utilizaba esta postura en operaciones de hernia estrangulada, cálculos en la vejiga, y en las de los órganos genitales internos de la mujer, especialmente las fístulas vésico – vaginales. A principios del siglo XX los cirujanos ya la habían adoptado mayoritariamente y su nombre quedó ligado al de Trendelenburg.
Posición de Trendelenburg


Consiste en poner al paciente en decúbito supino, pero con la cabeza más baja que los pies, de manera que se facilita, por el efecto de la gravedad, el retorno de un gran volumen de sangre desde el sistema de la vena cava inferior al corazón.
Los efectos fisiológicos de este posicionamiento son:
– Descenso de la presión arterial en extremidades inferiores, que en individuos sanos se compensa por la acción de los barorreceptores, sin embargo en ancianos y enfermos con aterosclerosis generalizada pueden sufrir trastornos isquémicos severos postoperatorios.
– En pacientes cardiópatas, esta posición incrementa significativamente la presión arterial media y la presión pulmonar capilar, con mayor demanda de la oxigenación cardíaca. Si la reserva cardíaca previa está muy disminuida, puede desencadenar una cardiopatía congestiva aguda o isquemia miocárdica.
– Elevación de la presión venosa yugular y de la intracraneal, con el consiguiente descenso de la presión de perfusión cerebral.
– Restricción de la distensión pulmonar por la compresión del contenido abdominal sobre la base pulmonar que supone un mayor trabajo respiratorio. En casos muy graves (ancianos y obesos), el deterioro de la función respiratoria provocaría hipercapnia e hipertensión, con el consiguiente riesgo, por vasodilatación, de hemorragia cerebral.
– Walter B. Cannon (fisiólogo americano 1871-1945), adoptó esta posición como maniobra de recuperación en pacientes en choque hipovolémico (shock hemorrágico) y fue propuesta como una excelente técnica para favorecer el retorno venoso.
Indicaciones de la posición Trendelenburg:
• Mejora de la circulación cerebral sanguínea.
• Lipotimias o síncopes.
• Conmoción o shock (preferentemente de tipo hipovolémico y hemorrágico).
• Para el drenaje de secreciones bronquiales.
• Evitar las cefaleas después de una punción lumbar.
• Hemorragias.
• Deshidratación extrema.
• Cirugía de los órganos pélvicos.
• Dificultad de acceso a la vía aérea para intubación orotraqueal (IOT).
Algunos estudios ponen en duda la efectividad real de esta posición en el shock, sin embargo sigue siendo un punto fuerte en los manuales sanitarios.
Se puede producir un deslizamiento del paciente hacia la parte superior de la cama (cabecero).

Maniobra Invertida o Anti-Trendelenburg o de Morestin
Es la posición inversa también conocida como Anti-Tren, el paciente se encuentra en posición decúbito supino con la cabeza más alta que los pies.

Esta maniobra fue popularizada por Hippolyte Morestin (1869-1919) importante cirujano francés y profesor adjunto de anatomía en la Universidad de París.
Indicaciones:
Partiendo del decúbito supino, inclinamos la mesa en el sentido contrario del Trendelenburg, quedando la cabeza del paciente más alta que los pies.
Las principales indicaciones son:
– Cirugía de tiroides, vesícula y vías biliares, aunque se aplica en raras ocasiones.
– Traumatismo craneoencefálico.
– Sospecha de daño cerebral y lesiones torácicas que impliquen, a su vez, problemas a nivel medular.
– Exploración radiográfica.
– Facilita la circulación sanguínea a nivel de las extremidades.
– En caso de problemas respiratorios.
– En caso de hernia de hiato.
Se puede producir un deslizamiento del paciente hacia la parte inferior de la cama (piecero), para evitarlo usaríamos soportes almohadilladosen los pies.
Esta maniobra nos posibilita disfrutar cómodamente de actividades como la televisión y la lectura.
