Cuando te estás recuperando o cuidando una pierna lesionada, un bastón te puede ayudar a mantener la movilidad. Lee algunos consejos acerca de cómo escoger y usar una ayuda para caminar.

1.- Evalúa cuánta ayuda necesitas. Si no puedes colocar ningún peso en la lesión (por ejemplo, si te estás recuperando de una cirugía de rodilla o de pié), entonces necesitarás una o dos muletas; preferiblemente dos para lograr un mejor equilibrio. Las muletas sostienen el peso mejor que los bastones, y te permiten desplazarte con una sola pierna.

2.- Consigue la altura adecuada. La mayoría de muletas son muletas de antebrazo o muletas axilares. Después que el doctor te diga cuál estilo debes usar, sólo debes preocuparte de que las muletas vayan de acuerdo a tu altura. Para las muletas axilares, la almohadilla debe ir un poco más abajo de tu axila (sólo 2,54cm) y las empuñaduras deben estar niveladas con tus caderas.

3.- Comienza a caminar. Coloca ambas muletas en el suelo unos 30 centímetros delante de ti e inclínate un poco hacia adelante. Muévete como si fueras a dar un paso con tu lado lastimado, y luego traslada el peso a las muletas y balancéate hacia adelante entre ellas. Desciende en tu pierna funcional a la vez que mantienes elevada tu pierna lastimada, de modo que no coloques presión en la lesión.

4.- Aprende cómo sentarte o levantarte con las muletas. Coloca ambas muletas juntas en la mano que está en el mismo lado de tu pierna funcional, como si crearas un único bastón grande y robusto. Desciende o asciende lentamente usando las muletas para mantener el equilibrio.

5.- Aprende cómo subir o bajar escaleras con muletas. Comienza colocando ambas muletas debajo de un brazo, paralelas al suelo. Luego, puedes subir o bajar los escalones únicamente con tu pierna funcional, mientras te sostienes de la barandilla.

– Otra alternativa es colocar tus muletas en los escalones, sentarte, y halar las muletas a medida que te desplazas con tu pierna funcional entre los escalones.

  • Los tapones de goma en la base de los bastones y muletas necesitan remplazarse a menudo. Los tapones están disponibles en la mayoría de farmacias.
  • Intenta mirar al frente y no hacia abajo a tus muletas o bastón. Esto te ayudará a mantener el equilibrio.
  • Siempre lleva tu bastón o tus muletas contigo.
  • Discute las opciones con tu doctor, para que sepas cuál tipo de soporte es el mejor para ti.
  • Con una prescripción escrita de tu doctor, algunos seguros médicos cubrirán el costo de un bastón.
  • Si sufres de una lesión crónica demasiado grave como para que te sostenga un bastón, entonces deberías comenzar a buscar un andador.
  • Una camilla es una manera efectiva de transportar cosas alrededor de la casa y de darte soporte.