Una vez el óvulo es fecundado, saldrá de estas aproximadamente en una semana y se alojará en el útero al cual se fijará para desarrollarse paulatinamente, y de él se formará un feto y una placenta.

A través de esta última se produce el intercambio, por el cordón umbilical,  de nutrientes y oxígeno que el bebe necesita para su correcto desarrollo.

A las 2 semanas comienza la producción de líquido amniótico que es el encargado de proteger y amortiguar al embrión y al feto en el interior del saco amniótico. Trás 10 semanas contiene proteínas, carbohidratos, lípidos, fosfolípidos, urea y electrolitos, que ayudan al desarrollo del feto.

Este líquido lo produce la madre hasta la semana 17 de gestación.

En este primer período no sentirás demasiados cambios externos, pero si internos. Los primeros cambios hormonales te causarán sensación de fatiga, mucho sueño. Es muy probable que sientas nauseas, mareos y vómitos, quizás sientas antojos de ciertos alimentos o pierdas el apetito. Puedes tener acidez o indigestión.

Comienza a formarse la médula espinal y a diferenciarse la cabeza del feto. Su corazón empieza a latir. En el segundo mes se empiezan a formar los rasgos faciales, y las extremidades.

En el tercer mes pasa de llamarse embrión a feto, tiene piernas y brazos, quizás ya es posible distinguir su sexo. Ya mueve mucho sus brazos y piernas.

En este período de gestación las probabilidades de un aborto natural son mucho más altas que en las otras etapas del embarazo, por lo tanto deberás prestar cuidado más que nada a lo que consumes: alcohol, drogas, medicamentos, además de otros factores más específicos que deberás consultar con tu médico. Si precisas medicación de algún tipo consulta con el médico, él sabrá decirte qué puedes y qué no puedes tomar.

Disminuyen mucho las posibilidades de abortar. Las nauseas y vómitos disminuyen o desaparezcan totalmente, además de, la sensación de fatiga y el dolor de senos. Se produce un aumento de peso que deberá ser controlado mensualmente (no superar los 300 gramos semanales.

Aumento del tamaño del útero, pudiendo causar molestias en el abdomen. Se produce distensión de los ligamentos que sostienen el útero, por lo que puedes sentir dolor a ambos lados. El transito intestinal se enlentece y pueden aparecer hemorroides.

Para prevenirla es muy importante la dieta. Es recomendable caminar al menos 20´al día, beber hasta 2 litros agua/día, ingerir fibra, verduras y frutas. Hay que evitar bebidas gaseadas, frutas astringentes, derivados lácteos en exceso, chocolate, pastas (fideos, spaguetis,…). Y como último consejo es necesario acudir al baño todos los días, aún sin necesidad y dedicarle al menos 10-15´al día. Si el estreñimiento es muy severo consulta al médico o farmacéutico, ellos te recomendaran algún laxante que sea inocuo para tu bebé. Pero siempre es mejor solucionar los inconvenientes del embarazo de manera natural.

Pueden aparecer varices por eso se recomienda realizar algún deporte.

Pueden aparecer estrías, manchas en la cara (cloasma), que irán desapareciendo después del parto.

Quizás pueda presentarse un flujo blanquecino, leucorrea, esto es normal, pero si la pérdida es de color o con un poco de sangre se debe consultar al médico inmediatamente.

En esta etapa el cerebro del feto se desarrolla a gran velocidad, se pueden constatar períodos de sueño y vigilia, ya puede comenzar a reaccionar a estímulos auditivos. Sus ojos y orejas están bastante desarrollados. Su piel es muy fina y delicada y está recubierta de vérnix caseosa (una sustancia de consistencia grasa), y de bello muy fino (lanugo). Ya esta ubicado en su posición natural. El feto se mueve mucho, gira, patea. Casi todos sus órganos vitales ya están formados y algunos ya comienzan a funcionar.

La posibilidad de que el bebé sobreviva en caso de un parto prematuro, en una unidad de cuidados intensivos es muy elevada.

El bebé ya tiene un tamaño considerable y puede causar molestias e incomodidad, quizás resulte difícil encontrar una posición cómoda, sobre todo para dormir, y notar una sensación de falta de aire.

Los problemas de estreñimiento y hemorroides pueden agravarse. Aumenta la necesidad de de orinar con poco volumen, tambien de noche (nicturia). Puede haber una mayor retención de líquidos, edema en los tobillos, manos y cara. Pueden aparecer contracciones leves, endurecimiento o dolor de abdomen.

Puedes aparecer acidez de estómago. No son recomendables las frituras ni los picantes, comer en pequeñas cantidades y varias veces al día, tomar lácteos y comer gelatina ayudan a aplacar la acidez. Evitar té o café. El médico o farmacéutico puede recomendarte algún antiácido.

El líquido amniótico disminuye, a medida que el bebé acumula grasa a gran velocidad. Ya es capaz de ver y oír, incluso de llorar. En las últimas semanas ya colocará de cabeza encajada en la pelvis de la madre.

Desaparece casi totalmente el vello (lanugo) que lo cubre. Sus huesos se endurecen, salvo los de la cabeza que permanecen blandos para el parto. Sus pulmones están casi totalmente desarrollados. Sus papilas gustativas ya están desarrolladas. Los ojos se abren y cierran, responden al estímulo de la luz.

En las últimas semanas te sentirás repleta tremendamente incomoda. Acostarse boca arriba es casi imposible y boca abajo, una utopía. Si te acuestas de costado quizás sientas dolor en las caderas. Puedes colocar una almohada entre las piernas para sentirte más cómoda.

De un día para otro sentirás y verás como tu barriga baja, cuando el bebe se encaje en el pubis, y de esta manera sentirás un alivio en la respiración. Es uno de los primeros indicios de que está por nacer.

Tu médico te dará una fecha estimada de parto. Sólo 1 de cada 20 mujeres da a luz en esa fecha, pero de cualquier manera es una fecha que te dará mucha información útil, sobre todo cuando estés en las últimas semanas del embarazo.