1.5.6.Terapia hormonal (no sexual)
Corticosteroides : aunque algunos estudios preliminares habían sugerido que el uso de corticosteroides durante el embarazo estaba asociado con una incidencia del 1% de hendiduras en el paladar de los recién nacidos, estudios posteriores y mejor elaborados, no han podido establecer ese tipo de asociación. Por contra, existe una amplia casuística clínica que apoya el uso de corticosteroides durante la gestación, siempre y cuando sean indispensables a nivel terapéutico (tratamientos de restauración hormonal, etc.). En general, se prefieren los derivados de baja o media potencia: hidrocortisona (Actocortina®, Hidroaltesona ®), prednisolona (Dacortin H®, Estilsona®), prednisona (Dacortin®, Prednisona Alonga®) (Categoría B), sobre los de alta potencia: betametasona (Celestone®), dexametasona (Dalamon inyectable®, Dexametasona Belmac®, Fortecortin®) (Categoría C) y sobre la cortisona (Altesona®) (Categoría D).
Hormonas tiroideas : atraviesan la barrera placentaria de forma limitada. No obstante, se las considera como fármacos de uso seguro durante el embarazo (Categoría A).
Actualmente, sólo se comercializa la levotiroxina (Dexnon ®, Levothroid®, Tiroxina Leo®).
Antitiroideos: todos ellos -carbimazol (Neo Tomizol®, tiamazol (Tirodril®)- presentan riesgo de producir bocio fetal que suele ser autolimitado y reversible. Sin embargo, y de forma inevitable, se admite su uso (Categoría D) con el objetivo de prevenir el desarrollo de hipertiroidismo fetal, mucho más peligroso que los propios medicamentos. En general, se debe reducir la dosis en el último trimestre del embarazo, a fin de moderar al mínimo el riesgo de hipotiroidismo neonatal.