1. Introducción
  2. Observación de manchas solares
  3. Observar los eclipses: Alerta Solar 99 (Recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, OMS, con relación al último eclipse total de Sol en Europa, 11-08-99).
  4. Radiación solar y salud humana: «Demasiado Sol es peligroso» (OMS).
  5. Índices de radiación UVA (OMS)
  6. INTERSUN, proyecto mundial sobre radiación UV
  7. Protección solar
  8. Recomendaciones
  9. Normas de la «Skin Cancer Foundation» para proteger la piel de la radiación solar

1. Introducción

La luz solar, fuente de vida y energía para la tierra, es beneficiosa por su acción terapéutica y como coadyuvante en la formación de vitamina D y presenta al mismo tiempo diversos peligros que es necesario conocer y evitar. Los baños de Sol se han convertido con los años en una actividad cosmética y estéticamente deseable y es una de las actividades colectivas más frecuentes. En la sociedad actual poseer una piel bronceada equivale a buena salud y es un claro signo de buena imagen social, signo de belleza y buena tarjeta de presentación personal. Todo esto representa un gran cambio frente a lo que sucedía hace pocas generaciones, cuando la blancura de la piel era signo de belleza y la gente se protegía cuidadosamente de los rayos solares.

 

El exceso de radiacción solar no sólo conlleva el riesgo de quemadura, sino también efectos a largo plazo como envejecimiento prematuro de la piel (arrugas), elastosis y cáncer de piel. Además es necesario conocer los fármacos y agentes químicos capaces de provocar reacciones de fotosensibilidad cuando a persona que los emplea se expone al sol. El ozono constituye un escudo protector ante los rayos UV del sol y su desaparición provocaría un notable incremento de los casos de cáncer de piel, enfermedades oculares e importantes repercusiones sobre el sistema inmunológico. La necesidad de protección de la raza humana frente a la luz solar es un hecho que diáriamente se constata a través del aumento de afecciones cutáneas desencadenadas por las radiaciones actínicas.  

 

2. Observación de manchas solares

Una parte muy importante de cualquier trabajo científico de investigación es la SEGURIDAD. Las actividades relacionadas con el Sol, requieren además una especial prudencia. Nuestra atmósfera no elimina la radiación solar perjudicial y debemos tomar precauciones para todo aquel trabajo que conlleve una exposición de nuestro organismo al Sol.

Sobre la piel podéis seguir las recomendaciones de la O.M.S. y sobre los ojos os pediremos que leáis con atención estas notas que siguen, pero sobre todo, utilizad el sentido común.

– NO miréis al Sol directamente. La potente radiación solar nos produce lesiones en la retina.

– NUNCA, intentéis observar el Sol con unos binoculares o un telescopio. La radiación IR y la luz UV dañan nuestra vista y nos pueden producir ceguera permanente.

-ÚNICAMENTE debemos observar las manchas solares por el método de proyección. Moved los binoculares en la dirección del Sol sin mirar por ellos así localizamos su brillante luz.

 

3. Observar los eclipses

Con anticipación al periodo cumbre de las vacaciones de verano en Europa (agosto) y del eclipse solar de 11 de agosto de 1999, la OMS lanzó el 3 de agosto de 1999 en Ginebra la campaña informativa «Alerta Solar’ 99» para advertir de los efectos de la radiación solar en la salud.

La agencia de las Naciones Unidas advertía de los peligros de la sobreexposición al Sol, así como de los peligros de la visión
directa del Sol sin protección adecuada durante el eclipse. Este eclipse fue el último del milenio así como el primero, en
los últimos 40 años, en ser visible desde Europa.

Cuando miramos directamente al sol, incluso durante unos pocos segundos, la luz que penetra en el ojo puede quemar y destruir las células de la retina y la parte dañada de la retina se vuelve ciega.

 

4. Radiación solar y salud humana

Es sabido que la exposición a los rayos del Sol está vinculada a diversos tipos de cáncer de piel, envejecimiento prematuro, cataratas y otras enfermedades oculares. La exposición, puede debilitar la resistencia de las personas a las enfermedades infecciosas y poner en peligro la eficacia de los programas de vacunación.

4.1 – Piel

La capa córnea tiene unas funciones bien definidas:

4.1.1- Función de protección: es prácticamente impermeable al agua y algo permeable a sustancias solubles en lípidos; sin embargo la piel denunada presenta una absorción similar a la de las mucosas.

4.1.2- Regulación térmica: La piel desempeña un papel fundamental en la regulación de la Temperatura corporal. Es mala conductora del calor y la melanina protege a los tejidos anejos de la luz, especialmente de la UV.

4.1.3- Metabolismo del agua: Es un órgano importante de eliminación de agua. Una persona sometida a una temperatura templada, elimina de 500 ml a 1000 ml de agua al día, cantidad que puede llegar en un clima cálido y seco a los 12 l/día. Junto con el agua, las glándulas sudoríparas excretan ClNa y pequeñas cantidades de urea y ácido láctico.

4.1.4- Función antiinfecciosa: La piel, especialmente la epidermis constituye una barrera mecánica de primer orden frente a gérmenes infecciosos. Además tiene un pH ácido que retarda el desarrollo bacteriano.

4.1.5.- Procesos metabólicos: El dihidrocolesterol por acción de los rayos UV se transforma en vitamina D3 o colecalciferol de propiedades antirraquíticas.

La pigmentación es uno de los factores de protección natural más significativo frente a las radiacciones nocivas procedentes del Sol. No obstante la barrera melánica es insuficiente para aquellas personas sensibles al Sol e inadaptadas a fuertes y prolongadas exosiciones.

La función pigmentaria depende de los melanocitos, células altamente especializadas. En el adulto se distribuyen de forma irregular por todo el tegumento cutáneo. Se han contabilizado más de DOS MIL MILLONES de células melanocíticas en total, sin variaciones según sexo o raza. Su densidad difiere con la edad del individuo y según el área corporal.

El componente característico de estas células son los melanosomas, encargados de la melanogénesis o formación de melanina, pigmento imprescindible para proteger al cuerpo humano de las radiacciones UV.

La síntesis de melanina está influenciada por diversos factores:

– Genéticos: la pigmentación en el hombre viene determinada por varios genes.

– Hormonales: La hormona hipofisaria MSH, favorece la melanogénesis por actuación directa sobre la Tirosinasa y estimula la dispersión de los melanosomas hacia las dendritas. Los estrógenos disminuyen la actividad de la MSH circulante, mientras que la Progesterona la favorece, esto explicaría los cambios pigmentarios inducidos por hormonas sexuales (embarazo, anticonceptivos, tumores ováricos,……).

– Químicos: Intervienen en la síntesis de la melanina, tanto favoreciéndola como inhibiéndola. Entre ellos metales como el hierro, oro y otras sustancias como la hidroquinona.

– Solar: Es el más manifiesto de todos como estimulador de la melanogénesis.

La incidencia mundial sigue en aumento, y está estrechamente relacionada con la frecuencia de la exposición al sol y a las exposiciones acumuladas a lo largo del tiempo. Hay datos que evidencian que el riesgo de melanoma está también vinculado a la exposición intermitente a los rayos UV, especialmente en la infancia, y a la exposición a lámparas bronceadoras, aunque no se han tenido en cuenta otros factores que podrían influir en los resultados.Una de las alteraciones que los rayos UV producen en la piel es el cáncer. Según estimaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cada año se producen en todo el mundo más de 2 millones de cánceres de piel distintos del melanoma y 200.000 melanomas malignos. Las personas de piel clara presentan un mayor riesgo debido a la ausencia relativa de pigmentación en su piel.

 

4.2 Ojos

En la actualidad 16 millones de personas son ciegas por efecto de cataratas; según la OMS, el número de casos causados por
exposición a los rayos UV podría ser de hasta un 20%. En su  opinión, por cada 1% de disminución sostenida del ozono de la
estratosfera, el número de casos de cataratas producidas por la radiación UV solar aumenta en un 0’5%. La exposición del ojo
a los rayos ultravioleta depende de numerosos factores: la radiación reflejada por el suelo, el grado de intensidad de la luz del cielo que obliga a nuestros párpados a entornarse, la cantidad de luz reflejada  por la atmósfera, o la utilización de gafas de sol.

Algunos de los efectos agudos de la radiación UV sobre el ojo son la fotoqueratitis (inflamación de la córnea y de iris) y la fotoconjuntivitis (inflamación de la conjuntiva), trastornos dolorosos pero reversibles, y fácilmente evitables usando gafas de protección. Entre los posibles efectos crónicos se cuentan la aparición de ptergyum (tejido opaco blanquecino que se forma en la córnea), el cáncer de células escamosas (tumor maligno escamoso o en placa) de la conjuntiva, y las cataratas.

Hay indicios suficientes para vincular la exposición aguda del ojo a la fotoqueratitis, aunque no se conocen con certeza los efectos de la exposición crónica.

 

4.3 Sistema inmunitario

El sistema inmunitario es vulnerable a la radiación UV ( la exposición inhibe la respuesta inmunitaria). Es, pues, razonable suponer que la exposición a la radiación UV puede incrementar el riesgo de infección y disminuir la efectividad de las vacunas en los seres humanos, aunque será necesario todavía seguir investigando para cerciorarse de ello.

 

4.4 Medidas de protección

Las radiaciones UV pueden combatirse mediante el uso de sombreros y prendas de vestir adecuadas, y aplicando
adecuadamente cremas de protección solar sobre la piel. Para proteger la vista son necesarias gafas de sol que absorban la
radiación ultravioleta.

Los cambios de costumbres podrían reducir a un mínimo el  riesgo de exposición a los rayos UV de origen solar. Por ejemplo, manteniéndonos al abrigo del Sol, en espacios interiores o a la sombra, durante las cuatro horas de mayor intensidad ( en torno al mediodía solar). En verano, el  mediodía solar se alcanza en la mayor parte de Europa a las 14.00 horas (las 2 de la tarde); en el Reino Unido y en los
países de su mismo huso horario, a las 13.00 horas (1 de la tarde).

Cuando no se disponga de otros medios de protección, es aconsejable utilizar cremas de protección solar de amplio espectro y reducir, en lugar de prolongar, la permanencia bajo el Sol.

La aplicación tópica de las cremas de protección solar es la más utilizada para absorber los rayos UVB, pero algunos productos no absorben de manera eficaz las radiaciones UVA, de longitud de onda más larga; además, se han apreciado en algunos de ellos ingredientes de efectos mutagénicos a la luz del Sol. Si se utiliza una crema de protección solar, convendrá elegir un factor de protección elevado, y ser consciente de que se usa para protegerse del Sol, y no para broncearse.

Las propiedades reflectoras del suelo influyen en la exposición UV. La hierba, los suelos y el agua reflejan menos de un 10% de la radiación UV incidente. Sin embargo, la nieve fresca refleja casi un 80%, y la arena entre un 10% y un 25%, intensificando así la exposición a los rayos UV en los esquiadores y en los bañistas.

 

5. Índices de radiación UVA (OMS)

Cada año se producen en todo el mundo más de 2 millones de cánceres de piel y 200.000 melanomas malignos. Una disminución del 10% de la capa de ozono podría ocasionar un aumento de 300.000 cánceres de piel distintos del melanoma y de 4.500 melanomas a nivel mundial. Las poblaciones de piel oscura presentan un menor riesgo de cáncer de piel que las personas blancas, gracias a la protección que les confiere la pigmentación de su piel.

 

5.1 Índice UV Solar Mundial

El índice UV Solar Mundial representa una estimación promediada de la radiación ultravioleta (UV) solar máxima en la superficie de la Tierra. Aunque la intensidad de la radiación UV que llega al suelo varía a lo largo del día, alcanza su valor máximo hacia medio día, en ausencia de nubes. Su cálculo permite valorar su grado de nocividad según las distintas longitudes de onda UV, y promedia las variaciones de la radiación por periodos de 10 a 30 minutos. Se suele expresar como una predicción de la cantidad máxima de radiación UV perjudicial para la piel que incidirá en la superficie de la Tierra al mediodía solar. Los valores que adopta van desde cero en adelante y, cuanto mayor es el índice, mayor será la probabilidad de que la exposición a los rayos UV dañe la piel y los ojos y menor el tiempo que tardarán en ocurrir estos daños.

En muchos países próximos al ecuador, el índice UV puede llegar a un valor de 20 en verano. En Europa, el índice no suele ser superior a 8 durante el verano, aunque puede rebasar este valor, especialmente en las playas.

En 1995, la OMS, la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Comisión Internacional de Protección contra la Radiación No Ionizante (CIPRNI) recomendaron lo siguiente:

– Que se utilice el índice UV solar mundial como medio para concienciar a la población acerca de los daños que puede causar una exposición excesiva a las radiaciones UV, y para advertir a las personas de la necesidad de adoptar medidas de protección. Esto último es especialmente importante, dada la constante disminución de la capa de ozono y el aumento de la intensidad de las radiaciones UV que producen efectos cada vez más graves para la salud.

– Que se aliente a los gobiernos de los países a utilizar el índice UV solar mundial en sus programas de educación y sensibilización de la población.

– Que se aliente a los medios de comunicación a incorporar el índice UV solar mundial en su información meteorológica diaria, a fin de que se empiece a considerar como un dato necesario, igual que lo pueden ser las noticias o los informes meteorológicos.

 

5.2 Diversidad de índices UV

En diversos países, y especialmente en Europa, existe una proliferación de índices que en ocasiones están promovidos, con fines comerciales, por los fabricantes de cremas de protección solar o de cosméticos, sin saber que existe ya un acuerdo internacional ampliamente aceptado sobre la utilización del índice UV Solar Mundial. Este índice ha sido creado para ofrecer al público una información uniforme sobre los niveles de exposición UV diarios, que permita sistematizar de manera coherente las medidas de protección necesarias para diversos valores del índice.La coexistencia de este índice con otros, puede crear confusión entre la población

 

6. INTERSUN, proyecto mundial sobre radiación UV

Es un proyecto de colaboración entre la OMS, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), la CIPRNI y diversos organismos especializados de todo el mundo. En él se apunta la urgencia de tomar medidas para atenuar los efectos de la exposición a la radiación UV.

Sus objetivos consisten en:

– Colaborar con organismos especializados para investigar en profundidad las relaciones entre la salud humana y los efectos ambientales de la exposición a los rayos UV.

– Desarrollar predicciones fiables sobre las consecuencias sanitarias y ambientales que producen los cambios en la exposición a las radiaciones UV por efecto del agotamiento del ozono estratosférico.

– Desarrollar métodos prácticos para seguir la evolución de los efectos de los rayos UV sobre la salud en relación con los cambios del medio ambiente y de las costumbres.

– Brindar consejos prácticos e información a las autoridades nacionales con relación a:

– La salud y los efectos ambientales de la exposición a las radiaciones UV.

– Los medios que permitirían difundir eficazmente esta información, y en particular si se utilizara un índice UV Solar Mundial.

– Las medidas necesarias para proteger al público en general, a los trabajadores y al medio ambiente frente a los efectos perjudiciales de una mayor exposición a los rayos ultravioleta.

INTERSUN fue creado para ayudar a las autoridades nacionales aconsejando a éstas sobre programas que evitarían una exposición excesiva a las radiaciones UV y que reducirían, por consiguiente, los costes de las prestaciones sanitarias. Puede obtenerse más información sobre el proyecto INTERSUN en la página web dedicada a dicho proyecto, en http://www.who.int/uv/

 

7. Protección solar

Los mecanismos naturales de los que dispone la piel para defenderse de estas radiaciones son, entre otros: – La formación de melanina (bronceado). – La secreción de sudor conteniendo ácido urocánico. – El aumento del grosor de la capa córnea (hiperqueratinización).

De todos ellos, la formación de melanina es el más conocido por todos nosotros, puesto que se manifiesta con la aparición del bronceado o pigmentación de la piel.

 

8. Recomendaciones

Además de la tipología cutánea, hay otros factores que influyen sobre la intensidad de la radiacción solar y que pueden hacer variar las necesidades de fotoprotección:

Hora del día: La intensidad de la radiación solar es máxima entre las 12 y 16 horas. Pero no debe despreciarse la del resto del día.

Climatología: En un día nublado, el riesgo de quemadura sigue existiendo puesto que un 90% del UV es capaz de atravesar las nubes.

Estación del año: en verano, la radiación solar nos llega con toda su energía, pero aunque menor no hay que menospreciar la del resto del año.

Lugar geográfico: La radiación solar es más intensa cerca del Ecuador puesto que incide perpendicularmente sobre la Tierra.

Agua, nieve, arena: reflejan la radiación solar; arena 25%; y las gotitas de agua actúan a modo de lupa), debiendose sumar su efecto al de los rayos que inciden directamente sobre la piel.

Altitud: El riesgo de quemadura se incrementa con la altura. Cada 300 metros aumentaun 4% el poder eritemáticode las radiaciones UV.

 

9. Normas de la «Skin Cancer Foundation» para proteger la piel de la radiación solar

  • Disminuya la exposición al sol desde las 11 a.m. a las 3 p.m.; es decir cuando el sol es más intenso. Intente efectuar sus actividades al aire libre por la mañana temprano o al atardecer.
  • Use sombrero, camisa de manga larga y pantalones largos cuando se exponga al sol. Elija materiales bientejidos para una mayor protección frente a los rayos solares.
  • Aplique un protector solar antes de cada exposición al sol y vuelva a aplicarlo frecuentemente, al menos cada dos horas, en el tiempo que permanezca expuesto. El fotoprotector se debe reaplicar después del baño o de una gran sudoración puesto que los productos difieren en el grado de resistencia al agua. Recomendamos fotoprotectores con un factor de protección al menos de 15.
  • Use un fotoprotector si realiza actividades a gran altitud, como escalar o esquiar. A mayor altitud existe menos atmósfera para absorber la radiación solar y, por tanto, el riesgo de quemadura es mayor. El sol también es más intenso cerca del ecuador donde los rayos solares contactan con la tierra más directamente.
  • No olvide usar su fotoprotector en días cubiertos Los rayos solares son tan peligrosos para su piel los días nublados y cubiertos como en los soleados.
  • Las personas con elevado riesgo de padecer cáncer de piel (trabajadores al aire libre, especialmente de piel clara, y personas que ya han tenido cáncer de piel), deben de aplicarse el fotoprotector diáriamente.
  • La fotosensibilidad, un aumento de sensibilidad a la exposición solar, es un posible efecto indeseable de ciertas medicaciones, drogas y cosméticos, y de la píldora anticonceptiva. Consulte con su dermatólogo, médico de cabecera o su farmacéutico, si usa uno de estos productos, antes de exponerse a la luz solar.
  • Si usted desarrolla una reacción alérgica a su fotoprotector, cambie de producto. Existen muchos en su Oficina de Farmacia y alguno debe irle bien.
  • ¡Cuidado con las superficies reflectoras! La arena, nieve y el agua pueden reflejar más de la mitad de los rayos solares sobre su piel. Sentarse en la sombra no garantiza la protección para evitar una quemadura solar.
  • Evite las salas de bronceado. La luz UV emitida por los «baños bronceadores» causa quemaduras y envejecimiento prematuro, aumentando el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
  • Proteja a sus hijos del sol. Comience a usar fotoprotectores en niños a los 6 meses y procure que vayan teniendo una exposición solar moderada.
  • Enseñe a los niños a protegerse del sol desde muy pequeños. El daño solar ocurre con cada exposición no protegida y se acumula a lo largo de la vida.