El FPS es un índice que nos da idea del tiempo que podremos permanecer expuestos al Sol sin riesgo de quemadura. Es la relación media entre el tiempo que tarda una piel expuesta al sol en quemarse con y sin protección.
Cuanto más alto es el FPS, más alta es la protección de los rayos solares. Si una persona es capaz de estar 20 minutos expuesta al sol sin quemarse, la elección de un fotoprotector 8 le supondrá una protección 8 veces superior.
La fórmula del cálculo es:
DEM zona protegida
FPS= ———————————
DEM zona sin protección
La determinación del FPS se realiza mediante diversos métodos «in vivo» (se expirementa sobre humanos), en los que varían algunos de los parámetros para estandarizar el protocolo y los resultados. En todos, la valoración de la dosis mínima de radiación ultravioleta para generar la primera reacción eritematosa perceptible en piel humana es fundamental para la determinación del FPS. La mínima dosis eritematosa (MED) se determina con y sin producto (MEDp, MEDu), y la relación entre ambas (MEDp/MEDu) nos dará el factor de protección solar.
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Aunque no hay una regla absoluta para escoger un índice de protección apropiado, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
• En la primera exposición nunca utilizar un FPS menor de 15.
• Aumentar el FPS en pieles claras especialmente fototipos I y II, en niños, en deportes acuáticos y de montaña, en embarazadas u otros
grupos de riesgo frente al sol, en días de alta intensidad solar o en tiempos prolongados de exposición.
Cada persona tiene que saber su especial sensibilidad a la exposición solar y saber el tiempo que se puede exponer al sol sin riesgo de quemaduras.
Hay que recordar pues que todas las medidas para protegernos del sol son pocas.