Ha de ir encaminada a clasificar la etiología del dolor:
1. ¿Cuántos dolores de cabeza distintos tiene usted?. La asociación que más requiere consulta es la cefalea tensional – migraña; otras asociaciones cacterísticas serían la migraña con cefalea idiopática y la migraña con cefalea de esfuerzo benigna.

2. ¿Desde cuándo?. Si los dolores de cabeza tienen una evolución de más de 3 meses se tratarán de cefaleas tensionales o migrañosas. Sin embargo, los dolores de presentación reciente deben ponernos en guardia ante la posibilidad de encontrarnos ante una cefalea secundaria.

3. ¿Edad del inicio?. En pacientes mayores de 65 años, un 15% de ellos sufrirán una cefalea secundaria a un proceso expansivo craneal, enfermedad cerebrovascular o arteritis de la temporal. Lo contrario ocurre en las cefaleas de inicio en las tres primeras décadas de la vida, que serán siempre secundarias (1% de los casos). Casi siempre corresponden a una cefalea tensional o a una migraña.

4. ¿Frecuencia?. La cefalea tensional y orgánica son de presentación diaria. La migraña en accesos es de frecuencia variable, entre una al año y una cada varios días. La frecuencia es aún más característica en el caso de la cefalea en racimos o la hemicránea paroxistica crónica.

5. ¿Duración?. La cefalea tensional es contínua durante días, semanas o meses, desapareciendo solo con el sueño y la distracción. La cefalea orgánica y la cefalea de la arteritis de la temporal pueden ser también contínuas y se manifiestan a distintas horas del día, al amanecer para el caso de la cefalea orgánica y durante el reposo nocturno para el caso de la cefalea secundaria a arteritis de la temporal. Se acepta que la duración de la migraña oscila en 4-72 horas, mientras que la cefalea en racimos dura 30-180 minutos.

6. ¿Localización?. La localización holocraneal es sugestiva de cefalea tensional, la migraña es hemicraneal (50% de los casos) y la cefalea tumoral presenta una localización más variable. Es característica la localización periorbital de la cefalea en racimos, la temporal de la arteritis de células gigantes o incluso la multifocal de la cefalea punzante idiopática.

7. ¿Calidad?. En los pacientes con dificultades para definir su tipo de dolor, es útil ofrecerles una serie de alternativas:
– Pesadez
– Pulsación
– Latidos
– Descarga eléctrica
– Pinchazo
– Molestia
– Hormigueo
– etc

que puedan ser entendidos por él. Además, se le indica que clasifique la intensidad de su dolor en:
– ligero (permite continuar con las actividades normales)
– moderado (las interfiere)
– intenso (las incapacita).

Con estas ayudas la mayoría de los pacientes describen el dolor de la migraña como pulsatil, habitualmente de moderado a intenso o la molestia leve en forma de pesadez o tirantez de la cefalea tensional (a veces de la cefalea tumoral) o los pinchazos de la cefalea punzante idiopática.

8. ¿Factores desencadenantes o que alivien el dolor?. Hay que indagar sobre otros factores que puedan aliviar el dolor (aparte de fármacos), por ejemplo, el sueño y la compresión de las ramas de la arteria carótida externa, reducen el dolor migrañoso.

9. ¿Síntomas acompañantes?. En la cefalea tensional el paciente refiere una sensación inespecífica de mareo, que suele describir «como si estuviera borracho». La migraña se acompañará de síntomas como ansiedad, depresión (factores agravantes más frecuentes), fotofobia, sonofobia, náuseas, vómitos y frecuentemente precedida de aura.

10. ¿Tratamientos previos? La respuesta a determinados fármacos es útil en el diagnóstico y a la hora de plantear el tratamiento. Además debemos confirmar si ha sido o no eficaz, y si la dosis y vía de administración son las adecuadas.

– Examen físico

Para confirmar o descartar enfermedades de cierta gravedad y que cursan con cefalea (hipertensión), se realizan pruebas diagnósticas específicas: exámenes neurológicos, radiografía craneal, EEG, TAC, punción lumbar en caso de sospecha de meningitis, etc….