Las formas en que la diabetes mellitus hace su aparición pueden ser diversas y variar de una aparición brusca a la presentación asintomática:

* Presentación metabólica: Propia de la DM1, la diabetes surge bruscamente tras un breve periodo de semanas o cómo máximo un par de meses entre el comienzo de los síntomas y el diagnóstico. Son frecuentes la poliuria (micciones excesivas, de hasta 3-5 litros, con frecuente eneuresis en niños), la polidipsia (sensación de sed desproporcionada), la polifagia, la pérdida de peso (hasta 4-8 kg en un mes) y la sensación de fatiga extrema (muy llamativa en niños, que permanecen quietos y sin ganas de jugar). La forma de aparición puede llegar a ser muy aguda; alrededor de la cuarta parte de los niños son diagnosticados con un cuadro de cetoacidosis, que en casos extremos puede acompañarse de náuseas, vómitos, alteraciones de la conciencia, deshidratación y coma.

* Presentación no metabólica: Cuando la hiperglucemia es menor y no hay cetonuria (algo habitual en la DM2), el tiempo transcurrido entre los primeros síntomas y el diagnóstico puede ser de meses e incluso años. El diagnóstico se sospechará por infecciones asociadas o por complicaciones propias de la enfermedad, como problemas oculares, dermatológicos o incluso de disfunción sexual.

La cicatrización de las heridas puede estar alterada aunque con menos frecuencia de lo que se afirma, como consecuencia de la menor síntesis de colágenos por falta de insulina y de la glucosilación que conlleva a la inactividad de factores de coagulación. Las infecciones son más frecuentes entre los diabéticos que entre la población normal, y además la enfermedad empeora el pronóstico en estos enfermos. Las infecciones más frecuentes son las genitourinarias, las respiratorias (especialmente la tuberculosis) y las bucales (los diabéticos tienen concentraciones muy altas de azúcar en la saliva).

Tampoco es extraño que al explorar al diabético se advierta un aumento anormal del hígado (hepatomegalia). Sin embargo, el pronóstico es benigno y desaparece cuando se consigue normalizar el problema.

* Diabetes asintomática: Es la más habitual en países occidentales en los que se realizan revisiones médicas rutinarias. A medida que se han generalizado estas prácticas ha sido mayor el número de jóvenes diagnosticados que padecían o una DM1 diagnosticada precozmente o bien una diabetes de la edad adulta en el joven. Un diagnóstico precoz marcará de forma determinante la historia natural de la enfermedad y permitirá la prevención de complicaciones secundarias. Deben implantarse programas de detección, especialmente entre poblaciones de riesgo, para acabar con los altos porcentajes de diabetes oculta.