Transmisión: calzado.

Localización: pies, zonas de roce y presión.

Síntomas sistémicos: no existen.

Tratamiento: Calcetines acrílicos y zapatillas adecuadas. Antiperspirantes con cloruro de aluminio. Drenar sin recortar.

 

Son frecuentes en los pies. Están producidas por el roce y la presión repetidas que llevan a la separación de capas intraepidérmicas o de la lámina lúcida a nivel de la unión dermoepidérmica. La humedad, el calor y el calzado inapropiado son factores predisponentes.

La prevención consiste en utilizar calcetines de material acrílico u otra fibra sintética, que disminuyen la fricción y la humedad, y el uso de zapatillas adecuadas según el tipo de deporte a practicar. 

 Ampollas fricción

 

Un estudio doble ciego demostró que el uso de cloruro de aluminio al 20%, 3 días antes de una larga escalada, disminuye la formación de ampollas en los pies, comparado con placebo, pero se asocia a mayor irritación. En cuanto al tratamiento, no debe desprenderse el techo de la ampolla; solo debe drenarse el líquido y dejar que cure espontáneamente.