¿Que es una escara o úlcera de presión?

Es una lesión, más o menos profunda, de origen isquémico localizada en la piel y tejidos subyacentes, con pérdida de sustancia cutánea, producida cuando se ejerce una presión prolongada o fricción entre dos planos duros y tiene, como consecuencia, una degeneración rápida de los tejidos.

Etiología

La mayoría de las lesiones se producen por la acción combinada de factores extrínsecos entre los que destacan: las fuerzas de presión, tracción y fricción.

• PRESION, se considera que la presión directa sobre la piel y fundamentalmente sobre las prominencias óseas, es el determinante primario para la formación de las úlceras por presión.

• LAS FUERZAS DE FRICCIÓN, se generan cuando las superficie roza con otra, dañando la unión dermo-epidérmica.

• LAS FUERZAS DE TRACCIÓN, lesionan los tejidos profundos y se producen cuando el esqueleto y la fascia profunda se deslizan sobre una superficie, mientras la piel y la fascia superficial se mantiene fijas.

Clasificación

ESTADIO I. Alteración observable en la piel integra, relacionada con la presión, que se manifiesta por un eritema cutáneo que no palidece al presionar; en pieles oscuras, puede presentar tonos rojos, azules o morados.

En comparación con un área (adyacente u opuesta) del cuerpo no sometida a presión, puede incluir cambios en uno o más de los siguientes aspectos: temperatura de la piel (caliente o fría), consistencia del tejido (edema, induración), y/o sensaciones (dolor, escozor).

ESTADIO II. Pérdida parcial del grosor de la piel que afecta a la epidermis, dermis o ambas. Úlcera superficial que tiene aspecto de abrasión, ampolla o cráter superficial.

ESTADIO III. Pérdida total del grosor de la piel que implica lesión o necrosis del tejido subcutáneo, que puede extenderse hacia abajo pero no por la fascia subyacente.

ESTADIO IV. Pérdida total del grosor de la piel con destrucción extensa, necrosis del tejido o lesión en músculo, hueso o estructuras de sostén (tendón, cápsula articular, etc.). En estadio como en el estadio III, puede presentarse lesiones con cavernas, tunelizaciones o trayectos sinuosos.

Para evitar su aparición y tratarlas, además de las medidas higiénico dietéticas están las medidas relacionadas con la:

1. Movilidad.

  • Permanecer encamado el menor tiempo posible.
  • Animar a la deambulación por lo menos dos veces al día.
  • Realizar cambios posturales cada 2-4 horas en pacientes encamado y cada hora en pacientes en silla de ruedas.
  • Evitar el roce de prominencias entre sí.
  • Aliviar la presión con: almohadas, colchón neumático (agua, viscoelásticos o aire), cojines (aire, gel, látex o viscoelásticos), protector de talones y codos, piel de cordero y felpa, que reducen la presión de apoyo y permiten una mejor circulación de la sangre, con el fin de contribuir a la prevención de la úlcera.
  • Evitar levantar la cabeza de la cama más de 30º.
  • Intentar mantener en todo momento la alineación corporal.

2. Higiene.

  • Utilizar una esponjilla para cada parte del cuerpo.
  • Realizar correcta higiene corporal mediante lavado con agua y jabón seguido de aclarado y perfecto secado (especial atención a los pliegues cutáneos).
  • No dar jabón en la ulcera.
  • Hidratación corporal con crema.
  • No masajear prominencias óseas.
  • No utilizar ningún tipo de alcoholes.
  • Si se hidrata con vaselina líquida, extenderla antes de secar al paciente.
  • No dar masajes intensos.

3. Incontinencia.

  • Ante perdidas involuntarias de orina es importante la valoración de la implantación de sonda o colector urinarios.
  • Con cada cambio de pañal lavar e hidratar la zona.
  • Reeducación de esfínteres.

4. Nutrición.

  • Valoración dietética: alimentación adecuada a su edad y patología.
  • Aporte de líquidos mínimo 2 litros/día, si no existe contraindicación médica.
  • Administrar suplementos hiperprotéicos si no toma una dieta completa.
  • Dar suplementos minerales (zinc, hierro, cobre) y vitaminas (A, B, C).
  • Si presenta problemas en la deglución, emplear espesantes y gelatinas

5. Iatrogénica.

  • Son úlceras que se producen por el roce continuo de un recurso instrumental imprescindible para el tratamiento y/o diagnóstico.

Se debe tener especial cuidado con:

  • Nariz: cambiar diariamente apósito de fijación de y mover apoyo en la mucosa gástrica.
  • Boca: por fijación de tubos endotraqueales realizar igualmente movilización.
  • Meato urinario: lesiones por sondaje vesical y cambiar puntos de apoyo.
  • Muñecas, codos y talones: por sujeciones mecánicas. Proteger la piel.
  • Orejas: por gomillas de mascarilla de oxígeno, proteger del contacto directo utilizando gasas.
  • Pómulos: por gafas nasales, vigilar presión y movilizar.
  • Talones, piernas y tronco: por escayolas, proteger previamente la piel y vigilar.
  • Glúteos: debido a las cuñas, intentar mantenerlas el menor tiempo posible, no realizar arrastre.

Productos antiescaras

La función principal es la prevención de úlceras por presión mediante la efectiva distribución y alivio de las presiones. Además, favorecen la adopción de la postura adecuada, y los beneficios de una buena postura son innumerables: proteger la integridad de la piel, comodidad, seguridad, mayor movilidad, minimizar dolores y deformidades, etc… En definitiva, favorecen el mantenimiento de la salud y el bienestar.

Topografía de la escara: 

Según sean las posiciones que el paciente mantenga durante un tiempo no superior a dos horas, las zonas más susceptibles de desarrollar una úlcera por presión son el sacro, los glúteos, los talones, el pliegue ínter glúteo, el trocánter y los maléolos.

Hablemos de los cojines anti-escaras: 

No existe una única alternativa de cojín, sino que habrá que seleccionarlo en función de la patología, morfología y factores de riesgo. Pero en todos los casos un cojín anti-escaras es indispensable para prevenir la aparición de la úlcera.  Cualquier usuario que permanezca sentado o tumbado la mayor parte del día debería disponer de uno.

Nivel de riesgo: 

Para determinar el nivel de riesgo de aparición de úlceras por presión, hay que tener en cuenta diferentes factores: morfología, edad, nivel de movilidad, incontinencia, nutrición, patologías… Existen diferentes escalas que ayudan a determinar el nivel de riesgo que tiene una persona (Braden, Norton o Waterlow), clasificando el riesgo en  leve, medio, elevado y muy elevado.

Escoger un cojín no obstante no solo es un asunto de eficacia, sino también de confort y estabilidad.

El Papel de los cojines anti-escaras:

  • Repartir las presiones: Las zonas de riesgo más elevado de escaras están donde las presiones ejercidas sobre los tejidos por el asiento y el hueso son máximas (prominencias óseas). La función de estos cojines especiales es reducir la presión, distribuyendo la misma de manera más armoniosa. Transferir la presión a zonas de menor riesgo permite una reducción de las presiones máximas y reduce al mismo tiempo el riesgo de úlceras por presión.
  • Reducir la maceración: La humedad y los efectos de la maceración constituye un factor de riesgo en la aparición de las úlceras por presión. En este sentido, es necesario tener en cuenta: La ventilación del cojín, y la transpiración de la funda del cojín.
  • La forma anatómica del cojín favorece una buena postura y una mayor estabilidad, aumenta la superficie de apoyo/contacto para distribuir mejor las presiones, y proporciona confort a la persona. El inserto ergonómico permite la inmersión óptima de las protuberancias óseas. Al mismo tiempo favorece la estabilidad.

Cada categoría de cojines cubre una necesidad específica:

Los cojines de silicona se fundamentan en el principio de suspensión que aporta su estructura para conseguir el efecto diluyente de la presión en un punto determinado del apoyo además de las propiedades propias de la silicona 100%.

Los cojines de flotación líquida se fundamentan en el principio de flotación que aporta el diseño  de su estructura interior compuesta por un fluido de ligera viscosidad que le aporta fluidez y una estructura de espuma de celdas abiertas que le aporta consistencia, para conseguir el efecto diluyente de la presión en un punto determinado del apoyo.

Los cojines de aire (no de celdas) son ligeros y se adaptan perfectamente a la anatomía particular del usuario para conseguir diluir la presión en un punto determinado del apoyo. Por otro lado, los cojines de celdas de aire están indicados para los lesionados medulares.

Los cojines viscoelásticos, gracias a las propiedades de sus materiales, consiguen un efecto diluyente de la presión en un punto determinado del apoyo.

No obstante, todos los cojines tienen unas características comunes con el fin de prevenir y tratar las escaras:

-Producen un efecto antiescaras.

-Proporcionan estabilidad.

-Consiguen un reparto homogéneo de las presiones.

-Con una funda exterior lavable, antideslizante y con cierta resistencia al fuego.

-Funda con asa para facilitar su manejo.

-Estéticos, confortables, resistentse y fiables.

-No se deslizan sobre el asiento.

-Ayudan a mantener la postura absorbiendo impactos.

-Se adaptan con facilidad a las sillas de ruedas del mercado.

¿Cómo elegir el correcto?

Cojín antiescaras de bajo a medio para usuarios sin trastornos de la estabilidad y con movilidad. Podemos escoger entre un cojín de espuma, cojín de gel o un cojín de gel viscofluido.

Cojín antiescaras medio a elevado. Para usuarios con trastornos de la estabilidad y movilidad reducida. Lo mejor es un cojín de espuma viscoelástica ergonómico.

Cojín antiescaras elevado. Para usuarios sin trastornos de la estabilidad sagital e inmovilizados. Cojín de aire de celdas con una válvula. Los hay de distintas alturas y medidas.

Cojín antiescaras muy elevado. Para usuarios con trastornos de la estabilidad e inmovilizados. Escogeremos un cojín de aire de celdas con dos válvulas. Aquí también podremos elegir entre distintas alturas y medidas e inflar las de forma independiente para compensar desplazamientos laterales o de delante hacia detrás.