Onagra
Nombre cientifico: Oenothera biennis L.
Familia: Onagraceae
Toxicidad: Nula
Sinonimias
Nombres botánicos: Oenothera biennis, Onagra biennis
Castellano: Hierba del asno, Onagra, Enotera, Hierba del vino.
Portugués: Erva dos burros, Onagra
Francés: Onagre bisannuelle
Inglés: Evening primrose, tree primrose.
Italiano: Blattaria virginiana
Alemán: Gemeine nachtkerze, Gewöhnliche nachtkerze, Nachtkerze, Grosse nachtkerze, Rapontika.
Descripción
Planta bienal, erecta, de unos 2,5 m; raíz pilotaste, carnosa y comestible.
Tallos verdes, hirsuto-pubescentes.
Hojas alternas, lanceoladas de hasta 20 cm de largo, las basales forman una roseta durante el primer año y se disponen en espiral durante el segundo, oblongo-elípticas, de margen dentado, las que salen directamente del tallo elíptico-lanceoladas.
Inflorescencia densa, con aspecto de espiga larga. Flores hermafroditas, agrupadas densamente en el ápice, divididas en 2 partes simétricas, 4 pétalos, el perianto y androceo se insertan sobre el ovario, de color amarillo a naranja, parte inferior del cáliz de algo más de 4 cm, brácteas lanceoladas y generalmente caducas. Cáliz con sépalos primero ascendentes y luego reflejos. Corola con pétalos en forma de corazón invertido, sésiles, 8 estambres un poco más cortos que los pétalos.
Fruto cápsula de 2-4 cm de largo y 4-6 mm de ancho con numerosas semillas, que se liberan cuando la cápsula se rompe en cuatro secciones al madurar
Las flores salen en primavera y hasta finales del verano. Se abren cerca de la puesta de sol (de ahí el nombre de «primavera de tarde») y durante el mediodía se cierran más o menos completamente y vuelven a abrirse por última vez la siguiente noche.
Parte utilizada
La droga está constituida el aceite obtenido por prensado en frío de las semillas de Oenothera biennis L.
Principales constituyentes
Los componentes comunes de todas las partes de las plantas de Oenothera biennis son los ácidos grasos, compuestos fenólicos [polifenoles (elagitanino macrocíclico) y flavonoides], ácido gálico, ácido cafeico, epicatequina, ácido cumarico, ácido ferúlico, rutina y ácido rosmarínico. Las semillas, son la fuente más importante de activos (aceite de Onagra) y también contienen proteínas, carbohidratos, minerales y vitaminas. Proteínas (24 %). Fibra vegetal (mucílagos 40 %): celulosa y lignina, Nitrato potásico.
El aceite de Onagra contiene alcoholes alifáticos, ácidos grasos, esteroles y polifenoles. Contiene un 25% de ácidos grasos instaurados, es muy rico en ácido linoleico (74%), γ-linolénico (8-10%), palmítico (7-10 %), esteárico (1.5-3.5 %) y oleico (6-1 1 %). Los 2 primeros precursores de eicosanoides antiinflamatorios. La suplementación con aceite de Onagra produce un aumento en los niveles plasmáticos de ácido γ-linolénico y su metabolito, el ácido dihomo-γ-linolénico. Oxidado por la lipoxigenasa se convierte en ácido 15-hidroxi-eicosatrienoico o, por acción de la ciclooxigenasa, se metaboliza a prostaglandinas de la serie 1.
Acción farmacológica y aplicaciones
Los productos oleosos de Onagra se comercializaron como complemento para el tratamiento del síndrome premenstrual, alcoholismo, dermatitis atópica, ictiosis, asma, psoriasis, hipercolesterolemia, hipertensión, esclerodermia, esclerosis múltiple y en placas, síndrome de Sjögren, artritis reumatoide, mastalgia, neurópata diabética, terapia contra el cáncer,….. Además, los ensayos clínicos realizados con productos que contienen aceite de Onagra parecían esperanzadores, pero los ensayos realizados a posteriori ponen en duda su eficacia.
Entre los ensayos clínicos realizados se estudiaron igualmente sus propiedades antiinflamatorias (inducen la producción de mediadores inflamatorios) y antiproliferativas. El ácido γ-linolénico suprime los mediadores de la inflamación como la interleucina 1β, la interleucina 6 y la citocina – factor de necrosis tumoral α.
Indicaciones y recomendaciones
Los ensayos clínicos realizados, con productos que contienen aceite de Onagra, concluyen que no existen hasta el momento suficientes evidencias clínicas de su utilidad y así mismo ponen en duda su eficacia, aunque están aceptados sus usos tradicionales.
- El aceite de onagra como fuente del ácido γ-linolénico, presenta interés, en el tratamiento de los síntomas premenstruales (irritabilidad, depresión, sensación de hinchazón, acné, senos dolorosos, jaquecas y otros).
- Para el tratamiento y alivio sintomático de la neurodermatitis, especialmente del prurito asociado y de las afecciones cutáneas agudas y crónicas que cursen con sequedad, eccema o psoriasis (el estrés y la ansiedad también pueden desencadenar el picor).
- Una fracción fenólica de Onagra mostró efectos citotóxicos y selectivos contra las células tumorales derivadas de la médula ósea in vitro e in vivo, donde retrasó el crecimiento del tumor y puede exhibir potencial antimigratorio, antiinvasivo y antimetastásico hacia líneas celulares de cáncer de próstata y mama.
- Efectos hipolipemiantes en animales alimentados con una dieta aterogénica. El colesterol se redujo en un 25%, los triglicéridos un 51% y el colesterol HDL se elevó en un 64%.
- El γ-linolénico, del aceite, tiene un efecto antiulceroso y citoprotector sobre diversas lesiones gástricas inducidas experimentalmente y puede prevenir o revertir la neuropatía diabética en modelos animales.
- Tiene propiedades anticoagulantes, esta actividad antiplaquetaria puede ser valiosa en enfermedades cardiovasculares.
- El uso combinado de aceite de Onagra y estimulación eléctrica, puede mejorar la función del nervio ciático después de una lesión.
- El uso de aceites ricos en γ-linolénico, con actividad antiangiogénicas, antiinflamatorias y antioxidantes, junto con analgésicos tradicionales puede frenar la progresión de la artritis reumatoide.
- Actividad antiinflamatoria: dependiente de la concentración, actúa inhibiendo la hialuronidasa y lipoxigenasa (por acción de la enoteína B). Del aceite, se aisló una mezcla de alcoholes grasos de cadena larga (Hexacosanol (38,65%), tetracosanol (31,59%), docosanol (11,36%) y octocosanol (7,64%)) con actividad antiinflamatoria.
- El aceite de Onagra, puede ser un tratamiento potencial de la neuropatía periférica en diabéticos, debida a cambios histopatológicos en los nervios ciáticos de estos pacientes.
Posología
Los ácidos grasos esenciales son sustancias necesarias para el organismo y que éste es incapaz de elaborar. Es necesario ingerirlos con la alimentación diaria o como complemento dietético. El aceite de onagra se administra por vía oral (generalmente en cápsulas) en tratamientos prolongados de varios meses de duración.
Vía oral: Adolescentes, adultos y ancianos. No se recomienda el uso en niños menores de 12 años.
Aceite: 4-6 g/día, en cápsulas de glicerogelatina.
Es posible que en algunos pacientes solo después de 8-12 semanas de uso se, pueda observar una mejoría de los síntomas. Si los síntomas persisten se debe consultar con un médico o farmacéutico.
Uso externo: Emulsión O/W al 5 % de aceite de Onagra, Alivio sintomático de las afecciones cutáneas agudas y crónicas. Aplicar varias veces al día.
Efectos secundarios
Se han informado efectos gastrointestinales, indigestión, náuseas, reblandecimiento de las heces, reacciones de hipersensibilidad tipo exantema y cefalea. Se desconoce la frecuencia y remiten tras interrumpir el tratamiento..
Si ocurren otras reacciones adversas no mencionadas anteriormente, consulte con su médico o farmacéutico.
Precauciones
A finales de la década de 1980 se consideró responsable al aceite de onagra de cinco casos en los que se desencadenó la aparición de síntomas en epilépticos no diagnosticados, especialmente en pacientes esquizofrénicos o que estaban tomando drogas potencialmente epileptogénicas como la fenotiazida.
Deberá controlarse su administración a pacientes que sigan una terapia anticoagulante, debido a la acción antiagregante plaquetaria del aceite.
Embarazo, lactancia y niños
No se ha establecido la seguridad durante el embarazo. En ausencia de datos suficientes, no se recomienda el uso durante el embarazo.
La administración de aceite de onagra durante meses a madres lactantes, incrementa los niveles de ácidos grasos en la leche sin provocar efectos adversos ni en la madre ni en los lactantes. Dada su falta de toxicidad, el consumo moderado durante la lactancia se considera de escaso o nulo riesgo.