¿Qué es una escara?

Lesión, más o menos profunda, de origen isquémico localizada en la piel y tejidos subyacentes, con pérdida de sustancia cutánea, producida cuando se ejerce una presión prolongada o fricción entre dos planos duros y tiene, como consecuencia, una degeneración rápida de los tejidos.

Etiología

La mayoría de las lesiones se producen por la acción combinada de factores extrínsecos entre los que destacan: las fuerzas de presión, tracción y fricción.
• PRESION, se considera que la presión directa sobre la piel y sobre las prominencias óseas, es el determinante primario para la formación de las úlceras por presión.
• LAS FUERZAS DE FRICCIÓN, se generan cuando las superficie roza con otra, dañando la unión dermo-epidérmica.
• LAS FUERZAS DE TRACCIÓN, lesionan los tejidos profundos y se producen cuando el esqueleto y la fascia profunda se deslizan sobre una superficie, mientras la piel y la fascia superficial se mantiene fijas.

Selección de un cojín antiescaras

La función principal es la prevención de úlceras por presión, mediante la efectiva distribución y alivio de las presiones, favoreciendo la adopción de una postura adecuada.

Cuando un paciente se sienta sobre un cojín, la presión en el medio usuario-cojín dependerá de factores relacionados con las características propias del usuario, otras con las del cojín y por último la relacionada con una correcta adaptación entre el usuario y cojín.

Por ello la selección del cojín, va a determinar que el usuario esté bien posicionado y que disminuyan al máximo la aparición de úlceras.

La aparición de una úlcera o escara, está relacionada con una prolongada y excesiva compresión de los tejidos, entre el cuerpo del paciente y la superficie de apoyo, siendo el sacro* uno de los puntos más susceptibles.

Variables a considerar en la prevención de lesiones en la piel y en tejidos subyacentes relacionadas con el usuario.

  • Peso.
  • Tamaño y forma de muslos y glúteos.
  • Tiempo de exposición de las zonas de apoyo y posicionamiento durante la sedestación (realizar cambios posturales cada hora). Los beneficios de una buena postura son innumerables: proteger la integridad de la piel, comodidad, seguridad, mayor movilidad, minimizar dolores y deformidades.
  • En definitiva, favorecen el mantenimiento de la salud y el bienestar.
  • Capacidad del usuario para reposicionarse en la silla o sillón.
  • Nivel al que se encuentra la lesión.
  • Presencia de asimetrías.
  • Grosor de las partes blandas que rodean y protegen las prominencias óseas.
  • Estado nutricional: como mínimo el usuario deberá seguir una dieta equilibrada, si no es así, administrar complementos hiperprotéicos y vitaminas.
  • Hidratación del paciente, aportar un mínimo de 2 litros/24 h.
  • Enfermedades metabólicas.
  • Enfermedades neurológicas.
  • Incontinencias. Con cada cambio de pañal lavar e hidratar la zona,
  • Hidratación corporal adecuada y buena higiene local.
  • No masajear prominencias óseas
  • etc,…

Variables a considerar en la prevención de lesiones en la piel y en tejidos subyacentes relacionadas con el cojín.

Hay que considerar el tamaño, la forma, el material de construcción, así como la presión de inflado en el caso de los cojines de aire.

A la hora de seleccionar un cojín es conveniente realizar un análisis de la distribución de presiones en sedestación que nos ayudará a identificar y a cuantificar de forma objetiva la presión que existe en las zonas con riesgo de padecer una úlcera y a seleccionar de forma más objetiva el cojín más adecuado para cada usuario, lo cual es crucial a la hora de prevenir la aparición de úlceras por presión y porque no existe un único cojín antiescaras que sirva para todos los usuarios.

Un cojín mal adaptado, mantenido o prescrito ayuda a desarrollar una úlcera por presión.

¿Qué beneficios nos aporta un cojín antiescaras adaptado?

  • Mejora la calidad de vida de la persona con movilidad reducida,
  • Mejora la actitud postural en posición sentada, evitando las asimetrías,
  • Maximiza la capacidad cognitiva y funcional del usuario.
  • Facilita el control motor postural, lo que permite una mayor libertad de movimiento y funcionalidad de los miembros superiores.

¿Cómo elegir el cojín adecuado?

El proceso de valoración del cojín es complejo debido a la gran cantidad de variables a valorar, como la elaboración de un juicio clínico adecuado, proponer los objetivos específicos y pautar el producto de apoyo que cumpla todos estos requisitos.

Pero, para valorar el producto adecuado, tendremos que elegir el objetivo prioritario y tener presente que, un cojín con un alto grado de prevención de escaras aporta menos control postural, al igual que un cojín con un alto nivel de estabilidad postural aporta un menor control de úlceras.

Cada categoría de cojines cubre una necesidad específica:

Los cojines de silicona se fundamentan en el principio de suspensión que aporta su estructura para conseguir el efecto diluyente de la presión en un punto determinado del apoyo además de las propiedades propias de la silicona 100%.

Los cojines de flotación líquida se fundamentan en el principio de flotación que aporta el diseño  de su estructura interior compuesta por un fluido de ligera viscosidad que le aporta fluidez y una estructura de espuma de celdas abiertas que le aporta consistencia, para conseguir el efecto diluyente de la presión en un punto determinado del apoyo

Los cojines de aire (no de celdas) son ligeros y se adaptan perfectamente a la anatomía particular del usuario para conseguir diluir la presión en un punto determinado del apoyo. Por otro lado, los cojines de celdas de aire están indicados para los lesionados medulares.

La diferente presión de inflado de un cojín de aire influye en la distribución de todas las presiones, pero fundamentalmente en el grado de presión sobre las prominencias óseas. Esta presión de inflado óptima ha de ser establecida con unos sistemas de medición objetivos y no de forma empírica.

A menor área de contactomenor capacidad de redistribuir la presión, pero una correcta presión de inflado aumenta la superficie de contacto y disminuye la presión en prominencias óseas.

Además es imprescindible un correcto posicionamiento para evitar la exposición de las prominencias óseas a la presión (peso asimétricoo irregular sobre la pelvis).

Son fundamentales las técnicas de alivio de presión y la modificación del peso, ya que el mantenimiento de una presión constante, sobre una zona, favorece el desarrollo de una escara.

Por todo ello, sería recomendable en los cojines de aire determinar la presión de inflado que proporcione los mejores resultados en la distribución de presiones y, una vez establecidos esos valores, que el usuario pueda disponer de un manómetro “en condiciones” (algo difícil) para comprobar en su domicilio que, en todo momento, se ajusta a los valores recomendados, por ese motivo es fundamental utilizar la palpación manual y la observación, para comprobar el nivel óptimo en el interfaz paciente-cojín.

Los cojines viscoelásticos, gracias a las propiedades de sus materiales, consiguen un efecto diluyente de la presión en un punto determinado del apoyo.

Evitar los cojines en forma de herradura o donuts, ya que no hay una correcta distribución de cargas, produciendo un efecto compresor (ventana), edema, congestión e isquemia que favorecen el desarrollo de escaras.

¿Cómo elegir el correcto?

1.- Cojín antiescaras de bajo a medio para usuarios sin trastornos de la estabilidad y con movilidad. Podemos escoger entre un cojín de espuma, cojín de gel o un cojín de gel viscofluido.

2.- Cojín antiescaras medio a elevado. Para usuarios con trastornos de la estabilidad y movilidad reducida. Lo mejor es un cojín de espuma viscoelástica ergonómico.

3.- Cojín antiescaras de una válvula elevado. Para usuarios sin trastornos de la estabilidad sagital e inmovilizados. Cojín de aire de celdas con una válvula. Los hay de distintas alturas y medidas.

4.- Cojín antiescaras muy elevado. Para usuarios con trastornos de la estabilidad e inmovilizados. Escogeremos un cojín de aire de celdas con dos válvulas. Aquí también podremos elegir entre distintas alturas y medidas e inflarlas de forma independiente para compensar desplazamientos laterales o de delante hacia detrás.

Cada uno de estos cojines, presenta unas características determinadas que le proporcionan un comportamiento diferenciado y unas indicaciones específicas, hasta el punto de encontrar diferencias en los valores de presión en un mismo paciente con el mismo cojín según el dispositivo de medida empleado.

Debemos lograr la mejor posición posible en sedestación de forma que proporcione una protección adecuada contra la presión en el medio usuario-cojín y por último, recordar que son necesarios los cambios posturales y las técnicas de alivio de presión para evitar el desarrollo de una escara.