Organización médica peca, entre otras muchas cosas, de oportunista
La semana en la que la farmacia española iba a ser protagonista del panorama informativo en el sector sanitario se ha visto eclipsada por la casual decisión de la Organización Médica Colegial de hacer público un informe sobre el sector farmacéutico. Sí, la OMC, organismo que tutela a la profesión médica, opinando sobre farmacia. 108 páginas con cientos de ocurrencias que pretenden analizar y reordenar a la industria farmacéutica. O más bien, que quieren darle la vuelta al modelo actual de farmacia, distribución e industria. Ahí es nada.
En un momento en el que todos los agentes del Sistema Nacional de Salud piden colaboración entre sectores es una temeridad que se haga público un informe de estas características y con las conclusiones que presenta. Conociendo la intrahistoria, todavía es más complicado encontrar una explicación. Así las cosas, urgen las explicaciones del presidente de la Organización Médica Colegial, Juan José Rodríguez Sendín. Urgen porque la necesidad de unión en estos momentos es mucho más importante que el afán de protagonismo y las ideas rupturistas. El debate no es malo, la confrontación de ideas es deseable y necesaria, pero haciendo bien las cosas.
El desconcierto inicial provocado por el conocimiento del informe fue dando paso al estupor y a la indignación entre los asistentes al XIX Congreso Nacional Farmacéutico celebrado en Córdoba. Bajo el lema: ‘Hacemos Farmacia’, se firmó la ‘Declaración de Córdoba’. El futuro de la farmacia española se hacía presente. El camino que se inicia no tiene vuelta atrás. Le pese a quien le pese. Y parece que a la OMC le pesa, y mucho. Porque no se entiende en ningún caso que esa institución avale un informe que pide la liberalización de la farmacia o que tira por tierra la importancia de la atención farmacéutica.
Los farmacéuticos pese a todo han reforzado su idea de farmacia y la necesidad de convertirse en el eje del espacio sociosanitario al servicio de los pacientes. El único obstáculo real es la falta de una base legal que de sentido a esta nueva realidad de la botica. Lejos de polémicas, enredos y ocurrencias, la farmacia ha emprendido su camino hacia lo asistencial con el convencimiento y la decisión necesarios y sin mirar atrás.