Los fármacos que no estén sujetos a prescripción médica no serán financiados por el Sistema Nacional de Salud (SNS). Así lo establece el proyecto de Real Decreto de Precios y Financiación que, en su disposición tercera asegura que se excluirá de la prestación farmacéutica del SNS todos aquellos medicamentos que finalmente hayan sido calificados como no sujetos a prescripción médica y que se mantengan incluidos en la prestación farmacéutica.
En este sentido, tal y como apunta el proyecto, da un plazo de tres meses desde la entrada en vigor del Real Decreto para que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) inicie un procedimiento de revisión de celificación de todos aquellos medicamentos que estando incluidos en la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud en esa fecha no estén sujetos a prescripción médica para su dispensación, resolviendo sobre esta calificación en el plazo máximo de seis meses desde la iniciación del procedimiento administrativo.
Así, continúa el texto, en un plazo de seis meses desde la fecha de resolución de la Aemps se procederá a excluir de la prestación esos fármacos que no requieran prescripción.
De este modo, el texto podría presentar el escenario apropiado para iniciar una nueva desfinanciación de fármacos en el SNS. En agosto de 2012 el Ministerio de Sanidad dejó de financiar 417 presentaciones, con las que se buscaba un ahorro de 458 millones de euros.
Durante el último encuentro anual de la Industria del Autocuidado de la Salud (Aesgp), celebrado en Barcelona, se apuntó a los ahorros que podría aportar una nueva desfinanciación para el SNS. Laura Pellisé, investigadora del centro de estudios de salud y económicos (CRES) de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), explicó que los ahorros generados a cinco años por una desfinanciación del 5 por ciento de los fármacos podrían superar los 3.000 millones de euros. Esta medida reduciría, según su punto de vista, de forma significativa las visitas a los profesionales médicos, el absentismo laboral y liberaría recursos. No obstante, como aspecto negativo, Pellisé destacó el aumento de media en un 14 por ciento del precio de todos los fármacos que sean desfinanciados. Un hecho menor teniendo en cuenta, dijo Pellisé, el beneficio a todos los niveles que aportará la medida.