La pediculosis es una afección cutánea producida por la infestación por un piojo. Se alojan habitualmente en el cuero cabelludo y entre los niños de 4 a 6 años, aunque los adultos no están exentos de ello. Se trata de un problema habitual que no está relacionado con la higiene de los pequeños ni con su posición social.
Los piojos son insectos cuyo ciclo biótico pasa por 3 fases: liendre, ninfa y adulto.
Liendre: son los huevos de los piojos. Permanecen firmemente adheridas al pelo. Son difíciles de ver a simple vista y se las confunde con caspa, gotitas de laca, colonia, gel,.. . Tienen forma ovalada y su color oscila entre amarillo y blanco. Tardan de 6 a 7 días en eclosionar.

Ninfa: el piojo eclosiona en forma de un pequeño piojo, con aspecto de un adulto, llamado ninfa. Las ninfas maduran convirtiéndose en adultos en aproximadamente 7 días después de la eclosión. La ninfa se alimenta de la sangre de la persona sobre la que vive.

Adulto: Tiene el tamaño de una semilla de sésamo con 6 patas y su color es de bronceado a grisáceo. En las personas de pelo oscuro, el piojo adulto tiene un aspecto más oscuro. Las hembras son las que depositan liendres y son más grandes que los machos. Los adultos pueden vivir hasta 30 días en la cabeza de una persona. Para sobrevivir necesita alimentarse de sangre. Si el piojo cae fuera de la persona, generalmente muere en poco más de 2 días.

Debido a su ciclo biológico, tan rápido, las poblaciones aumentan a gran velocidad si no se toman las medidas oportunas.
Contrariamente al pensamiento popular, los piojos no vuelan y no pueden saltar. Las formas más comunes de contagio son:
1. Ponerse ropa infestada: sombreros, bufandas, abrigos, uniformes deportivos, cintas del cabello, etc.
2. Emplear peines, toallas infestadas.
3. Contacto con ropa de cama que haya estado en contacto con una persona infestada.
4. La única forma de infestarse es por contacto directo, con el piojo adulto. Si una liendre se despega del pelo no puede volver a pegarse en otro pelo, porque no tiene el pegamento que la mantiene unida al pelo, este pegamento se lo proporciona la hembra al realizar la puesta.
Además, las liendres tienen que estar a una distancia determinada del cuero cabelludo, ya que necesitan del calor y la humedad de éste para madurar. Por tanto, para contagiarse mediante las formas arriba indicadas, es necesario que éstas (gorros, peines…) tengan piojos, porque si sólo tienen liendres no será posible el contagio.
Prevención
Es importante llevar a cabo una serie de acciones preventivas y saber algunos datos esenciales sobre los piojos:
1. Ante la sospecha de infestación de piojos de alguien cercano, evitar el contacto directo con el pelo expuesto (utilizar gorro), lavar la ropa de cama, toallas y ropa personal (en agua hervida caliente) o planchar con temperatura alta.
2. Revisar la cabeza de los niños, sobre todo detrás de las orejas, en la nuca y en el flequillo.
3. Lavar con frecuencia el pelo: dos o tres veces por semana.
4. En el caso de tener el cabello largo es útil mantenerlo recogido y peinar con una lendrera para eliminar a cualquier piojo que pudiera alojarse en el cuero cabelludo. Limpiar los peines y los cepillos a menudo y evitar compartir los utensilios de limpieza.
Además ante la sospecha de que podamos padecer esta infestación, es importante comunicarlo con el fin de evitar el contagio y tomar medidas preventivas.

Cuadro clínico
Los síntomas característicos:
1. sensación de cosquilleo y de algo que se mueve en el cabello.
2. picazón, ya que se alimentan de pequeñas cantidades de sangre que extraen del cuero cabelludo, lo cual produce además una pequeña irritación que hace que nos rasquemos, lo cual conduce a,
3. lesiones en el cuero cabelludo que pueden infectarse.
No hay ninguna transmisión demostrada de enfermedades por piojos de la cabeza.
Tratamientos
No son efectivos en la fase de liendre, por lo que hay que realizar aplicaciones sucesivas para asegurar que todas las liendres presentes han pasado a fase de ninfa, más sensible a los tratamientos. Se pueden combinar varios de los tratamientos mencionados más adelante.
Tipos de tratamiento
Un tratamiento común es con vinagre (a no más de 50 ºC) sobre el pelo seco y un sistema oclusivo durante unos 30 minutos, combinado con el uso de lendreras.
El simple uso diario y meticuloso de peines especiales, generalmente eléctricos para asegurar un barrido exhaustivo y desprender las liendres, puede ser eficaz para eliminar tanto las liendres como los piojos, sobre todo en casos de cabello corto.
Tratamientos químicos
Los insecticidas usados para el tratamiento de los piojos incluyen organofosfatos (malatión), piretroides (permetrina), piretrinas (piretro).
Butóxido de piperonilo: no tiene propiedades plaguicidas. Sin embargo, cuando se añade a compuestos plaguicidas, tales como piretrina, piretroides, la potencia de estos químicos es incrementada considerablemente.
Nuevos tratamientos
Dado que los tratamientos químicos han dejado de ser efectivos contra la pediculosis, una de las formas más efectivas, rápidas y eficaces de acabar con este parásito es mediante la deshidratación, aunque este tipo de tratamientos solo pueden ser efectuados por operadores debidamente certificados y en centros especializados.
La Ivermectina se toma por vía oral y se ha probado que reduce la infestación de piojos. La Ivermectina no está aprobada por la FDA para el tratamiento de la pediculosis. En España, está autorizado su uso (Soolantra) para el tratamiento de los granos y las
lesiones inflamatorias que aparecen en la rosácea.
Los pediculicidas pueden perder su eficacia rápidamente por el desarrollo de resistencias. Se ha reportado resistencia de los piojos a productos como el lindano, malatión, y permetrina. El uso sistemático de insecticidas es contraproducente si no existe infestación ni riesgo real de contagio, pues colabora a crear nuevas resistencias.
Productos nuevos han mezclado la eficacia de un parasiticidas químicos (permetrina, deltametrina) con sustancias que dificultan la fijación del parásito como son derivados de silicona o simeticona.