Igual que ocurre con el uso de paracetamol, la vitamina D tampoco es efectiva para combatir la artrosis.
Tampoco parece que los suplementos de vitamina D sean de utilidad en la artrosis. Los múltiples efectos beneficiosos de esta vitamina sobre el metabolismo óseo han llevado a especular sobre un potencial efecto preventivo sobre el desarrollo y progresión de la artrosis. Diversos estudios observacionales han sugerido que los suplementos de vitamina D se asocian a beneficios en la artrosis de rodilla. Sin embargo, los ensayos clínicos controlados suelen indicar lo contrario. Así, un reciente estudio de la Universidad de Tasmania (Australia) publicado en JAMA, no encontró evidencias de que estos suplementos reduzcan el dolor o prevengan la pérdida de cartílago en pacientes con artrosis de rodilla y niveles bajos de 25-hidroxivitamina D.
En este ensayo aleatorizado participaron más de 400 pacientes que recibieron un tratamiento mensual de vitamina D3 oral (50.000 UI, dentro del rango de tolerancia aceptado) o placebo durante dos años. Los objetivos primarios fueron los cambios en la escala WOMAC de dolor y en el volumen del cartílago articular de la rodilla, evaluado mediante imagen por resonancia magnética (IRM).

Los resultados mostraron que, en comparación con placebo, el suplemento de vitamina D no indujo diferencias significativas en el cartílago articular ni en el alivio del dolor. No se registraron cambios significativos (medidos por RM) en el daño del cartílago articular y en las lesiones de médula ósea tibiofemoral, objetivos secundarios del ensayo. Sí aumentaron los niveles de 25-hidroxivitamina D en el grupo tratado respecto al de placebo tras el seguimiento de dos años. Estos hallazgos no avalan el uso de suplementos de vitamina D para prevenir la pérdida de cartílago articular ni para el dolor.